Nosotros empezamos a trabajar en esta primera fase, antes o después hay que empezar y el cliente lo está demandando y nosotros tenemos muchas ganas también de empezar a funcionar, pero tenemos que ser muy prudentes y respetar todas las normas. El confinamiento lo hemos llevado muy mal, al principio te quedas un poco en shock, no sabes cuánto tiempo va a durar esto, ni qué es esto del coronavirus, de repente se cierra tu sustento y el de tus trabajadores, es un poco complicado, mucha preocupación que hemos tenido y la seguimos teniendo. Asà a las cuatro semanas de estar cerrados, nos pusimos con el servicio a domicilio, algo habÃa que hacer, hay que reinventarse. Fomentando el pequeño comercio el pueblo seguirá latiendo, el comercio y la hostelerÃa local es vida, alegrÃa, cercanÃa un de tú a tú, donde entras por la puerta y ya sabes lo que le gusta a tu cliente, donde llamas por teléfono y ya saben quién eres con oÃrte, damos vida y seguridad a nuestras calles y por supuesto a nuestros comerciantes y hosteleros, esa tranquilidad de poder seguir haciendo lo que les gusta. A las administraciones les dirÃamos que nosotros lo que queremos es seguir trabajando y no tener un acoso y derribo, eso nos preocupa bastante, somos un blanco muy fácil. Esta pandemia nos ha destrozado económicamente, no es fácil la hostelerÃa en Santa Pola, dependemos de los fines de semana (rezamos por que no nos falle ninguno) y de nuestros puentes, Semana Santa (que este año no la hemos tenido). Esperemos que este verano cumplamos con los objetivos, que no los pondremos muy altos para no fallar.