• Más de veinte mujeres se reúnen todos los años en el Bar Cantinflas para celebrar el Día de la Mujer Trabajadora, este año, es el último que las amigas del chinchón podrán celebrar en este lugar, debido a la próxima jubilación de los queridos propietarios, Loreto y Juanjo.

Santa Pola, 8/3/2024.- Un grupo de más de veinte mujeres unidas por la afición al juego del chinchón, se reúnen cada año para celebrar el Día de la Mujer Trabajadora. Esta tradición, forjada a lo largo de más de dos décadas, ha encontrado su hogar en el Bar Cantinflas, un lugar que ha sido testigo de risas, confidencias y momentos inolvidables.

Cada encuentro anual se ha convertido en una comida de fraternidad, un momento para dejar a un lado las preocupaciones diarias y reforzar los lazos que las unen. Sin embargo, este año la reunión tenía un sabor agridulce. El Bar Cantinflas apagará sus fogones el próximo domingo de Pascua, Loreto y Juanjo, el matrimonio que había regentado el bar con amor y dedicación, se jubilan, cerrando una era para el querido establecimiento.

Conscientes de que esta sería la última vez que se reunirían en este lugar lleno de recuerdos, las amigas del chinchón planearon una sorpresa para los dueños. Al llegar, desplegaron una pancarta que proclamaba su deseo de una feliz jubilación para Loreto y Juanjo. El gesto tomó por sorpresa al matrimonio, que fue llevado hasta la puerta para recibir unos regalos que simbolizaban el inicio de su nueva etapa de descanso y disfrute.

Una vez vivido este emotivo momento, las mujeres entraron al bar, donde fueron recibidas por la calidez de siempre. La comida transcurrió entre risas y anécdotas, sirviendo como un tributo no solo a la amistad que compartían, sino también a los años de servicio dedicados por Loreto y Juanjo. El Bar Cantinflas había sido más que un lugar de encuentro; un testigo silencioso de la evolución de sus vidas y las de otros muchos clientes habituales.

Desde el Periódico Santa Pola, extendemos nuestro agradecimiento a Loreto y Juanjo por haber sido una parte del pueblo y deseamos que su jubilación esté llena de nuevos y felices momentos. Su legado en el Bar Cantinflas perdurará en los corazones de quienes han sido parte de su historia.