Según el PSOE, “el plan de ajuste del Ayuntamiento condicionará la gestión y las políticas municipales durante los próximos diez años, recogiendo cuestiones como la reducción de personal, subidas de tasas e impuestos como: IBI, Impuesto de
Circulación, Alcantarillado, Vados etc. perjudicando seriamente las economías familiares de los santapoleros, y la reducción de todas las subvenciones a las
asociaciones, condenando a algunas a desaparecer seguro”. Los ediles socialistas dicen que no votaron este plan económico “porque no lo conocíamos, se nos convocó el Pleno sin avisarnos y la documentación del mismo no estaba a nuestra disposición, una ilegalidad más del PP de M. Zaragoza. No quería que
conociéramos lo que se debía, en función y a quién se le debía y cómo iba a pagarse. No quería que tuviéramos tiempo para estudiar el documento. Esta falta de transparencia y ocultación de información nos ha puesto en alerta, ya que si no facilitan la información es porque algo tienen que esconder. Dicen los socialistas que, en lugar de reducir el gasto social, el PP podría haber suprimido cargos de confianza o, reduciéndose las 9 dedicaciones exclusivas actuales.
Compromís se abstuvo en el pleno porque consideraba que el plan de ajuste era insuficiente, según se hizo constar en el pleno ordinario de la mañana en una moción conjunta de los grupos municipales. Entre otras cosas, solicita que la Generalitat abone su deuda.