La portavoz del Partido Popular en las Cortes Autonómicas en materia de Urbanismo y Ordenación del Territorio, Elisa Díaz, no tenía reparos a la hora de afirmar que el Pativel es algo “improvisado y que no ha contado ni con ayuntamientos, agentes sociales, económicos o tan siquiera afectados”. Por este motivo, pide a través de su partido “reconsideración”, además de fomentar la movilización ciudadana.
No han dado para Díaz el tiempo suficiente para presentar alegaciones, pero tampoco se ha expuesto debidamente. Por si fuera poco, destaca que el Pativel se “entromete en competencias municipales, urbanísticas, y no se ha contado con los consistorios”, independientemente del plazo de dos meses que dieron para presentar alegaciones. “Pero al no contar con ellos en la tramitación del instrumento de planeamiento, nos encontramos con errores en muchos planes municipales. De esta manera, no se puede saber a ciencia cierta cómo afectará el Pativel a su propiedad, porque mira un documento equivocado”.
Errores y fallos
Errores técnicos y quizás fallos de concepto porque, en municipios como Santa Pola, donde la gran mayoría de sus viviendas están en el rango de protección 1, a menos de 500 metros de la costa, “se tendrán que regir por un plan de ordenación modificado por el Pativel. De esta manera, se ha hecho a los ayuntamientos responsables de las posibles indemnizaciones a incurrir”.
Como muestra, para un municipio como el nuestro, ¿no permitiría el Pativel hacer hoteles en suelo urbano a menos de 500 metros de costa? Elisa Díaz asegura que “lo que está hecho, está hecho”. Es decir, que el quiera construir “tendrá que atenerse al Pativel y éste sólo contempla hoteles de encanto”. O traducido en metros: de 1.000 de parcela “sólo se pueden ocupar como máximo un 2%. Veinte metros cuadrados… ¿a qué propietario o cadena le puede resultar interesante construir dentro de la franja de los 500 metros?”.
Santa Pola
Sacaba a colación el problema de Santa Pola, el dominio público marítimo terrestre, que tiene “muchas viviendas consolidadas y, nosotros, por fin, logramos que la Ley de Costas las reconociera, le diera la propiedad a quien pertenece. Pues bien, el Pativel lo echa para atrás”. Oliva, Chices y Alicante tienen el mismo problema.
Explicaba Elisa Díaz que el Pativel procede de una propuesta de Podemos y Ciudadanos que “planteaban la reversión de todos los suelos urbanizables no programados que no se hubiesen ejecutado. De todos. La consellera comienza por el litoral, en 2015, acordando la moratoria de un año en la franja de 500 metros más cercana, en la que se suspende cualquier tipo de proyecto para estudiar qué suelos son susceptibles de reversión, de reclasificación. De urbanizables a no urbanizables no protegidos”. Un año después, “llega el Pativel, con las limitaciones que conlleva”.
Espera que “esto se eche para atrás”, porque la presión “de sus propios ayuntamientos (PSOE, Podemos, Compromís) está siendo negativo. Paraliza el desarrollo económico litoral. Los ayuntamientos no lo deberían permitir”. Se muestra esperanzada en la llegada de un nuevo plazo de alegaciones, dada la presión popular, “en la que la gente se entere, que alegue y rectifiquen los errores. El Pativel crea una gran inseguridad”.
