El derribo del centro de primaria del colegio Hispanidad arrancó en la tarde del pasado miércoles y se extenderá hasta el fin de semana. La obra se está llevando a cabo en horario escolar pero, según los técnicos del proyecto, “se están tomando todas las medidas de seguridad pertinentes”.
En este sentido, han hecho acto de presencia en el lugar de las obras José Ramo, de la Unidad Técnica de la Conselleria de Educació, Cultura y Deporte; Carlos Company, Arquitecto Director del proyecto, y Francisco Marco, Técnico del Ayuntamiento de Santa Pola, para velar por el buen hacer en el ámbito de los riesgos laborales, a saber, condiciones higiénicas y sonoras entre otras posibles molestias.
De esta manera, los técnicos han asegurado que se “está regando continuamente la zona derruida para evitar polvaredas y que la máquina empleada genera menos ruido que otras que son habituales en la demolición de infraestructuras”. Además, indican que los trabajos se paralizan a la entrada y salida de los niños en el centro de infantil.
Por su parte, desde la Asociación de Madres y Padres (AMPA) del colegio, sostienen que “en parte, estamos contentas porque comience el derribo aunque, por otra parte, está generando ruido y polvo en las cercanías del edificio de infantil, pese a que algunos afirmen que no hay riesgo para los alumnos”.
Por otro lado, desde el AMPA declaran que el Ayuntamiento “lleva casi dos años prometiendo avances en la resolución del problema del Hispanidad pero, al final, el proyecto anda con lentitud”. Asimismo, señalan que siempre se enteran de las novedades “por la prensa ya que, pese a que pedimos que nos mantengan informados del proceso, no existe dicha comunicación con el Ejecutivo de la localidad, a no ser que solicitemos expresamente una reunión con el mismo”.
Lola Gadea, responsable de Urbanismo en Santa Pola, afirma al respecto que “el objetivo primordial del consistorio es la construcción del nuevo centro”, por ello, “dirigimos todo nuestro esfuerzo en conseguir la licitación del proyecto por parte de la Generalitat para que se presupueste su ejecución”.
Además, añade que mientras que el Gobierno Autonómico no autorice la obra, “no tiene sentido darle demasiada importancia a la demolición del Hispanidad, aunque debemos asegurarnos de que se cumplen las directrices acordadas para la seguridad de los niños, es decir, no interferir en el desarrollo de las clases y minimizar las molestias de la polvareda y el ruido”.