El presupuesto municipal destinado este año a las Fiestas Patronales asciende a 165.336,14 euros, “menos que el año pasado, concretamente 13.892,86, puesto que en 2014 la suma total ascendía a 179.229 euros”, declaraba la concejala del área, Anna Antón “que los festejos del año pasado tomaron parte del presupuesto de este año”.
Este es uno de los motivos de que sea ligeramente inferior, además se busca tener un remanente para las fiestas navideñas, “con el objetivo de que no sólo sean bonitas, también de que la ciudadanía las pueda disfrutar”.
La merma se puede comprobar en partidas donde el gran público no notará el cambio. Principalmente, la disminución es visible en el Pregón (que costó 17.048,38 euros en 2014 y pasa a 12.200 en 2015), que se traslada al Palmeral, “reduciendo notablemente los costes, junto con los viajes de las reinas y damas (de un total de 9.812,50 a 5.245 euros)”. Aclaraba Antón que, incluso, dentro del Pregón se pueden encontrar gastos variables que permitan, incluso, ahorrar un poco más.
Es también dentro de las galas de elección de las reinas mayores, infantiles y de la tercera edad donde, si bien en 2014 la cifra total de la organización de las tres galas ascendía a 20.631,94 euros, en 2015 este apartado sumaba únicamente 13.980 euros. Continuando con las reinas, el Ayuntamiento mantiene el viaje programado para las de la tercera edad con La Senia, a Terra Mítica para las infantiles, “pero cambiamos el crucero de la Reina Mayor y sus damas por una estancia de tres días en Palma de Mallorca. La decisión se tomó no sólo por cuestiones presupuestarias, sino también porque creemos que, conforme está la situación, hay que ajustarse y ésta era una de las partidas que no estaba contratada y se podía modificar, con el objetivo de dejar algo para Navidad”.
Los fuegos artificiales suman 400 euros más que el año pasado e, incluso, se está mirando de cara a 2016, “buscar un contratación única para todo el año, con el objetivo no sólo de ahorrar, sino de mantener un alto nivel estético y de calidad”. Como novedad, “se recupera la tradición de la nyora del día 3 y el día 6, una costumbre que indicaba a los comercios de la población que ya era el horario de cerrar puertas (15.00 horas) y sumarse todos a las fiestas”.
Se ha bajado casi en 2.000 euros la iluminación, teniendo prácticamente la misma línea seguida en año anteriores. El resto de partidas mantienen su montante (si no lo aumentan ligeramente), con el objetivo de conservar la vistosidad y solemnidad que estos grandes días se merecen.