
El colegio Vicenta Ruso funciona con normalidad en el arranque de un curso escolar con un volumen de alumnos que ronda los 850 (400 más que para lo que estaba diseñado en su inicio). Puede decirse con normalidad porque “perfecto, no puede ser, ya que muchos alumnos están en barracones”, argumentaba la edil de Educación, Loli Tomás.
De los infantes escolarizados en el centro de este barrio, algunos de ellos proceden de Arenales, Campo de Elche, Altet y Balsares, entre otros lugares.
Por lo referente a la zona de aulas prefabricadas que se ha preparado recientemente para poder acoger a toda la demanda, Tomás aseguraba que “faltan algunos detalles por completar de la obra, pero las actuaciones prácticamente están concluidas”.
En concreto, se está a falta de la pista, “pero Conselleria nos ha confirmado que se haría cargo de la misma. Concretamente, la Dirección Territorial”. Además, queda pendiente el adecuar algunas zonas abiertas, “para poner unos paneles y, aunque no hace un frío excesivo en la zona, el invierno llega y no puede estar como ahora”.
La Dirección Territorial, junto a alcaldesa y concejal de Educación, acudieron in situ a la obra para contemplar lo que faltaba, su estado y mantenimiento, “todo y, desde ahí, se va a actuar para garantizar la mejor de las condiciones posibles”.