DÍA DEL PUEBLO GITANO
 

Dos gitanas que abren caminos

 
Viernes 20 de abril de 2012 0 comentarios
 

Por su doble condición de ser mujeres y además gitanas, Aurora Amador Torres y Toñi Fernández Vicente se han esforzado también doblemente para romper barreras y abrir el camino que siguen ahora otros muchos santapoleros y santapoleras, sean gitanos o no. En conmemoración del Día Internacional del Pueblo Gitano, el Ayuntamiento de Santa Pola ha decidido homenajearlas.
Aurora Amador Torres es la Técnica de Integración Social del Ayuntamiento de Santa Pola y Toñi Fernández Vicente ha trabajado en Servicios Sociales como Técnica de Educación Física, durante 18 años en las Escuelas Deportivas Municipales y como monitora de Gimnasia Artística Deportiva y hace tres años que, por problemas de salud, trabaja en las Bibliotecas Municipales.
Ahora son un referente entre los gitanos, pero también entre muchos “payos” de Santa Pola. De hecho, aseguran que en nuestra localidad los alrededor de 500 gitanos empadronados están completamente integrados y que no existen problemas de racismo o rechazo hacia ellos.
Hasta llegar aquí han tenido que esforzarse y formarse, abriendo un camino que ahora siguen otros gitanos de nuestra localidad y también otros jóvenes.
Aurora Amador recuerda que a los 14 años, tal y como hacían las jóvenes gitanas, dejó el colegio y se puso a ayudar en casa, cuidando a sus hermanos pequeños. Pero a los 18, con el apoyo de una hermana mayor, retomó los estudios. Primero hizo un curso de mecanografía, que era lo único que había en Santa Pola y luego se matriculó en FP. “Tuve que convencer a mi madre de que yo no me quería casar joven y dedicarme a cuidar a mi familia, como hacían todas las gitanas, aún así, me organicé y cuando salía del instituto seguía colaborando en casa”, señala. Luego estuvo trabajando durante años en una inmobiliaria en Alicante y finalmente consiguió el puesto que ahora ocupa. Sigue formándose y el año pasado consiguió el título de Diplomado Universitario en Intervención Social por la Universidad de Navarra.
Toñi Fernández siempre ha tenido el apoyo de su familia, que ella agradece enormemente, cuando les planteó que quería estudiar. Desde pequeña quería ser bailarina y luego, por casualidad, se introdujo en el mundo de la gimnasia. Un profesor del colegio Hispanidad vio que tenía aptitudes físicas y le pidió que le ayudara a dar clases en un gimnasio. Se preparó y estudió Educación Física en Alicante, Técnico de Deporte Escolar y Técnico en Gimnasia Artística. Comenzó a trabajar en Servicios Sociales cuando la psicóloga Maruja Montiel le ofreció que se hiciera cargo del taller de gimnasia para la tercera edad que, en principio, iba a durar solo tres meses y en el que luego estuvo trabajando más de 24 años. “Al comienzo de Servicios Sociales, en el año 1984, éramos solo cuatro personas y además de dar las clases de gimnasia colaboraba en muchos otros asuntos, como en drogodependencias, en planificación familiar o en el reparto de las ayudas de alimentos”, recuerda Toñi Fernández.
Para las dos homenajeadas, la formación ha sido básica en sus vidas y ha sido lo que las ha ayudado a “escapar” del estereotipo de lo que se suponía que debía ser una mujer gitana. “Yo siempre me he considerado ante todo una persona, aunque por supuesto no hay que perder la identidad gitana”, indica Toñi Fernández. Avanzadas para su época, reconocen con humor que entre el colectivo gitano santapolero las conocen como las “apayás”.
Recibir este homenaje supuso para ellas, en principio, una sorpresa, pero agradecen el reconocimiento que supone. Pero este reconocimiento no se queda aquí, sus respectivos trabajos les han dado muchas satisfacciones y saben que han ayudado a muchas personas a orientar sus vidas. Aurora, por ejemplo, ha contribuido a que muchos gitanos sigan estudiando y no dejen el colegio. Y entre los monitores de las actuales Escuelas Deportivas Municipales hay antiguos alumnos de Toñi. “En una época incluso creé moda en mi forma de vestir el chandal”, recuerda Toñi.
La mentalidad del colectivo gitano santapolero ha cambiado bastante y “el que quiere estudiar siempre tiene el apoyo de la familia, pero lo que sucede es que hay poca motivación y pocos quieren estudiar”, añade Aurora Amador. Y la crisis afecta bastante a este colectivo ya que al tener empleos poco cualificados, muchos se han quedado sin trabajo, la mayoría han trabajado en mercadillos y sin cotizar, por lo que tienen pensiones no contributivas, de unos 300 euros.

Gala

Recordamos que la gala en conmemoración del Día del Pueblo Gitano se celebra hoy viernes 20 de abril a partir de las 19:30 horas en la Casa de Cultura. Además del homenaje actuará la compañía Flamenca de Félix Amador.

 

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