La tarde del pasado día cuatro de enero tuvo lugar la cabalgata del paje real en Santa Pola. El espectáculo constaba de la puesta en escena de una carroza en la que viajaba el paje real, acompañado de la banda de música además de diferentes personajes. Para la recogida de las cartas del público infantil, la compañía encargada de la organización y desarrollo del evento, la Colla El Freu, incorporó un año más a tres burros cargados con alforjas y sacas a las espaldas. "Poco debieron pensar que este escenario nada tiene que ver con la vida tranquila y el entorno campestre al que están acostumbrados estos animales y, como era de esperar, acabó suponiendo una situación estresante y aterrorizante para ellos", explican desde diferentes organizaciones animalistas. Cuando estas consultaron la Ordenanza de Convivencia Ciudadana en el Espacio Público del municipio, que fue aprobada por unanimidad en 2015, más concretamente el punto 2 del artículo 79 explica explícitamente la prohibición de "maltratar a los animales o someterlos a cualquier práctica que les pueda producir daños o sufrimientos innecesarios o injustificados". Asimismo, la normativa vigente de la Comunidad Valenciana también contempla recientemente la prohibición de la utilización de animales para cualquier tipo de espectáculo. Con estos argumentos legislativos, estas organizaciones no se explicación la aparición de estos tres animales en dicho espectáculo.
Tras la celebración del mismo acto el año anterior, en el que también se contó con la presencia de tres burros, la Asociación Proyectora de Animales de Santa Pola en colaboración con un centro veterinario de la localidad, redactó un informe a petición del Ayuntamiento en el que se contrataba que los animales sufrían estrés y se veía alterada significativamente su conducta a lo largo del recorrido de la cabalgata. En diversas ocasiones pudieron observarse movimientos repetitivos (estereotipias), saltos, defecaciones irregulares y repetitivas por causa del estrés. Además, se vivió algún momento de tensión cuando al pasar varias niñas y niños por detrás de una de las burras, esta soltó unas coces al aire con la fortuna de no impactar con nadie. "Todo ello bajo la atenta mirada del público infantil y adulto, así como las mismas autoridades que este año permitían dicho espectáculo". Para evitar que se repitiera esta situación, diferentes colectivos animalistas del municipio y localidades vecinas se unieron para hablar con las autoridades hasta la hora del inicio del acto, aunque finalmente Alcaldía junto con la Concejalía de Fiestas autorizaron la presencia de los tres animales que un año más sufrieron un estrés totalmente innecesario.
Por ello, lamentan, rechazan y condenan este hecho que "viola nuestra normativa de convivencia ciudadana y parece más bien de siglos pasados que del siglo en el que vivimos", a lo que añaden que es mucho el trabajo de los colectivos ciudadanos y personas independientes a lo largo del año para "concienciar en lo referente al respeto animal y acabar con la cosificación de los animales no humanos en nuestra sociedad y no vemos conveniente que un Ayuntamiento que se supone que es amigo de los animales permita dar un mensaje a las niñas y niños de Santa Pola de normalización del uso de animales como carga". En este sentido, instan de nuevo al Ayuntamiento para que haga cumplir la Ordenanza de Convivencia Ciudadana e impedir así que el año próximo se vuelva a repetir esta situación. Estas son las explicaciones que explican para disponer acciones legales por parte de las diferentes agrupaciones animalistas así como un amplio número de ciudadanos del municipio para "depurar responsabilidades" y así hacer justicia por los "sin voz" y por el mantenimiento del orden público y civil de la localidad. Los colectivos que han firmado son: Protectora de Animales de Santa Pola, Animals Feel, Santuario de Animales Proyecto Cuatro Patas, AACME, Anima Naturalis, Animal Save Alicante, y Dignidad Animal.