La Unidad de Salvamento Marítimo de Cruz Roja fue activada el pasado 31 de julio a las 15.34 horas para acudir al rescate de una patera, la cual fue detectada por un velero. De hecho, fueron varias las avistadas ese mismo día. Tras la movilización del 112 de la unidad Polaris de Alicante más la embarcación de Santa Pola, patera y ocupantes fueron rescatados por la primera y remolcados hasta Alicante, donde los ocupantes recibieron atención por leve deshidratación.
Los migrantes procedían de la zona norte de África, concretamente, Argelia y Túnez, “con un buen estado general de salud”. Seguramente, las embarcaciones en las que viajaban, lanchas neumáticas de escasa potencia, habrían sido soltadas desde un barco nodriza: “sueltan varias durante el mismo día con la esperanza de que alcancen la costa y despisten a los efectivos de la Guardia Civil”.
Su objetivo no es Alicante, sino Almería, y empiezan a venir la última semana de julio. Sin duda alguna, con la intención de trabajar en esta provincia de temporeros. “Ellos mismos preguntaban: ¿estamos en Almería? ¿Estamos en Almería?”. Este claro ejemplo de tráfico de personas se puede vivir con más intensidad en localidades costeras como Cartagena: “donde, al igual que aquí, recogen a un perfil de persona norteafricana, varón, hombre y de edades comprendidas entre los 15 y 25 años, siempre según declaran ellos”.
La Unidad de Salvamento Marítimo de Cruz Roja Santa Pola se activa una media de entre tres y cuatro veces por semana “para actuar en remolques a embarcaciones averiadas, búsquedas, lucha contra la contaminación o rescates fuera del horario de atención de playas, entre otros muchos motivos”, apuntaba Juan López Palao, técnico de socorro y emergencias de la ONG santapolera.