Martín tenía prisa por llegar, pues no quería perderse los regalos de Navidad. 39 semanas y dos días que, traducidos del “embarazado”, quiere decir que le quedaban quince días para nacer. Al menos esos eran los cálculos de su mamá y, al parecer, también los del hospital que, habiendo acudido por la mañana con dolores de parto, mandó de nuevo a la madre a casa por considerar que no era tan inminente.
Pues bien, nada más bajarse del coche, ya en Gran Alacant, ruptura de aguas. A lo que el papá de Martín llama al 112. Cruz Roja Santa Pola recibe la llamada a las 15.55 y pone ruedas en polvorosa hacia la calle Escandinavia. En la misma, van José Manuel Ávila y David Hervás. Para el primero, son diez los años que suma como voluntario en Santa Pola. Para Hervás era su segundo servicio en la villa marinera (previamente, ha estado en Crevillente).
De camino repasaron los protocolos de actuación, “ya que no es muy normal que atendamos a un parto y menos a uno tan inminente”. Toda vez que llegaron al domicilio, se pusieron en contacto inmediato con el médico del 112 y se valoró que, dado que el bebé pedía paso, atender a la madre in situ y no trasladarla al hospital.
La ambulancia de Cruz Roja está completamente equipada y dispusieron los monitores, oxígeno, aspiración, kit de puntos, cobertores... todo para garantizar la máxima seguridad, “a la espera que llegaran los compañeros del Samu”. Mientras tanto, Martín coronaba y los técnicos de Cruz Roja ayudaban a su feliz llegada al mundo.
“Nosotros practicamos y nos formamos continuamente para estos casos... pero siempre con maniquíes. Era la primera vez que estábamos en un parto de verdad”, declara Hervás. Por su parte, Ávila añade que “el parto fue maravillosamente bien. Era el segundo bebé de Svetlana (la primera también se adelantó, pero no tanto) y sabía cómo actuar. Afortunadamente, no hubo ningún problema, más allá de una vuelta de cordón umbilical alrededor del cuello que deshicimos de inmediato y sin consecuencias. Limpiamos al bebé, comprobamos su pulso, aspiramos las vías y comprobamos que tenía un llanto fuerte, ideal para terminar de despejarlas”.
Con el cordón umbilical pinzado, “se lo pasamos inmediatamente a la madre, para que pudiera recibir calor”. Todo este proceso culminó a las 16.25 horas, “momento en el que llegaron los compañeros del Samu, cortaron el cordón y trasladaron a la madre al hospital”. Tanto Ávila como Hervás agradecen el enorme apoyo que reciben del Samu y recuerdan a todo el mundo que el teléfono directo de Cruz Roja S. Pola es: 96 541 69 36.
