
“La situación de calor extremo que estamos sufriendo este verano, diferente a otros años por su intensidad y su mayor duración en el tiempo, esta provocando un considerable aumento de situaciones de riesgo para la salud, sobre todo entre las personas de edad avanzada”. De esta manera se expresan desde los Servicios de Salud Municipales, quienes lanzan una serie de recomendaciones a seguir para intentar paliar los efectos perniciosos provocados por la ola de calor.
Declaran que el grupo de mayor riesgo frente a los efectos del calor lo constituyen mayores de 75 años, “con menor percepción de los cambios de temperatura, a lo que se suman sus enfermedades crónicas y sus tratamientos -determinados medicamentos los hacen más susceptibles ha experimentar con fuerza los efectos nocivos del calor-”.
Otro factor que contribuye a su mayor vulnerabilidad, es que muchos mayores sufren deterioro mental, se encuentran discapacitados y/o viven solos, “lo que contribuye, en gran medida, a su aislamiento”.
Por otra parte, también son vulnerables los niños pequeños, las personas con sobrepeso y aquellas que consumen alcohol de manera excesiva (favorece la deshidratación). También han de tener especial cuaidado las personas que tengan una actividad que requiera bastante esfuerzo físico, máxime los trabajadores al aire libre.
¿Qué se puede hacer en los días muy calurosos?
Desde la Concejalía de Sanidad se lanzan los siguientes consejos y recomendaciones:
Tomar abundantes líquidos,
especialmente si está haciendo un esfuerzo físico. Las bebidas alcohólicas o con cafeína aumentan la pérdida de líquidos, por lo que son menos recomendables. Tampoco es recomendable para la salud, tomar líquidos excesivamente fríos ni azucarados.
Aporte sales minerales
a su cuerpo, a través de las bebidas, para suplir las perdidas que se producen con el sudor. Las bebidas para deportistas pueden ser muy adecuadas. Si toma este tipo de bebidas o comidas saladas y tiene restringido el consumo de sal por su médico, consúltele antes.
Coma pequeñas cantidades de comida,
con frecuencia y preferiblemente ricas en frutas y verduras, reduciendo las ricas en proteínas como las carnes.
Use ropa apropiada,
fina, no apretada y que nos cubra la mayor superficie y de colores claros.
Protéjase de los rayos solares,
no tome el sol a las horas de más riesgo (radiación solar), siempre con alto factor de protección, aplicándose la crema en las zonas a exponer, 30 minutos antes de salir de casa, y protéjase la cabeza.
Evite esfuerzos físicos innecesarios,
cuando esté haciendo mucho calor, comience de forma lenta el ejercicio y auméntelo de forma gradual. Si se encuentra cansado, mareado, confundido o le parece que vaya a desmayarse, interrumpa su actividad y descanse en lugar fresco o al menos a la sombra.
Utilice el aire acondicionado,
sin reducir excesivamente la temperatura
Planee las actividades
cuando las temperaturas no son tan altas.
Vigile a los niños y ancianos
Cuando nos hacemos mayores se empieza a perder capacidad de responder a los cambios de temperatura y también pueden tener alterada la percepción de la sed. Compruebe su estado y su ingesta de líquidos.