Comenzó con una parada del vehículo cuando su ocupante regresaba del trabajo. Y, gracias a una rapidez de reflejos del conductor, se evitaron males mayores, puesto que el coche salió ardiendo. Tres unidades de la Policía Local y otras tantas de la Guardia Civil se personaron en poco tiempo para acordonar la zona e intentar, como mínimo, contener las llamas hasta que llegara una unidad de bomberos para poder sofocar correctamente el incendio. Afortunadamente, la unidad básica de bomberos desplazada pudo extinguir un fuego que consumió, como si de ácido se tratara, el motor del vehículo. Pese al humo y aparatosidad del incendio no ha habido que lamentar ningún caso de intoxicación por inhalación de tóxicos. Además, El tráfico estuvo interrumpido no más de diez minutos.