
Un día grande, por varios motivos, el que acogió el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Santa Pola. Uno de ellos, porque, desde hace décadas, los vecinos de Santa Pola llevan ya décadas acogiendo en sus hogares a niños saharauis. El segundo, porque gracias a la colaboración institucional se podrá llegar a sacar al máximo número de niñas y niños de los campamentos de refugiados, y que no tengan que sufrir por las elevadísimas temperaturas, además de que puedan hacerse una revisión médica.
Tanto Mari Ángeles Roche, concejala de Servicios Sociales, como Loreto Serrano, la alcaldesa, el edil de Cultura, Jorge Díez y el resto de la Corporación mostraron su apoyo a este tipo de iniciativas. Algo muy importante, apuntaba la coordinadora de esta iniciativa, “puesto que dependemos única y exclusivamente de que se abran esas arcas y esos corazones de los políticos y familias para que este proyecto pueda ser una realidad”.
También agradeció el trabajo diario que realizan con las niñas y niños saharauis todas las familias de agodida, “porque es impagable la labor que hacéis. Sería imposible pagaros las horas y minutos que invertís. Desde enseñarles a hablar o comportamientos que no poseen en su forma cotidiana de vivir. Que conozcan el mar, que puedan comer pescado, que los llevéis a médicos, dentistas. Que los niños que vienen se vayan con una calma y una mochila de energía. Todo esto es gracias a vuestro trabajo, a vuestra implicación”.
Loreto Serrano, en primer lugar, quiso dar las gracias a la implicación de las familias de acogida, “por el inmenso cariño que ponen, ya que es importantísimo que se sientan como en casa. Les hace sentirse especiales, queridos”. También apuntó al cercanía que tiene hacia esta iniciativa el municipio santapolero, “queriendo recordaros que tenéis a este Ayuntamiento para lo que os haga falta, cualquier problema, cualquier necesidad, será un placer poder ayudaros”.
A los niños, la alcaldesa les invitó a que disfrutaran de las casas, de las familias, “que disfruten de ese amor y de todo aquello que no han conocido hasta ahora, como pueden ser las playas, las piscinas, los parques... que todo lo saboreen y se diviertan con ello”.
Con al esperanza de que así sea hasta comienzos del mes de septiembre. Como agasajo, se distribuyeron unos vales para un refrigerio a todas las familias allí presentes y, además, el concejal de Cultura otorgó unos pases para que el día que las familias lo desearan pudieran acercarse a disfrutar del Acuario.