Durante los últimos cuatro años, se ha conseguido recoger papel y plásticos en una cantidad que ha permitido ahorrar a los vecinos santapoleros hasta 600.000 euros, que han servido para financiar parte del coste del contrato de limpieza y recogida de basuras.
En 2020, por ejemplo, fueron 540.284 kilos de papel que mandamos a reciclar. Ecoembes, empresa que gestiona el reciclaje, es la encargada de abonar al municipio la cantidad anual correspondiente a las toneladas conseguidas gracias a la concienciación ciudadana. José Pedro Martínez, concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Santa Pola, quería transmitir este dato para “que el público sepa la utilidad y el beneficio inmediato para su pueblo, en este caso, por el reciclado de papel y envases (plásticos)”. En total, entre plásticos, envases, papel y cartón, el pasado 2019 se cerró con la nada desdeñable cifra de 144.407,90 euros que revirtieron a las arcas locales. Algo más que en 2018: 127.955,58 euros.
La villa marinera pertenece al Consorcio del Baix Vinalopó, en el que varios municipios se unen para el tratamiento y gestión de los residuos. Cuanto más se recicle, más dinero se quitará del canon a pagar, “pues cada vez que utilizamos los contenedores amarillos (plásticos y envases) y azul (papel y cartón) hacemos un aporte. De todo lo que llevamos para reciclar, recibimos dinero”.
El parón de la pandemia
Siguiendo con las cifras, el año 2020 (del que ya hemos facilitado el monto del papel) se cerró con 479.020 kilos de plástico y arrojó un saldo de 139.264,13 euros. Notablemente inferior, dado que la pandemia impidió la llegada de turistas, visitantes y gentes que poseen segunda residencia en la villa.
Los números se recuperaron nada más abrir las puertas. En 2021 continuamos con la tónica ascendente, firmando 596.880 kilos de papel y 514.120 kilos en plástico. El saldo conseguido asciende a 145.233,08 euros. Finalmente, 2022 vuelve a marcar máximo, con más kilos en envases y plásticos (538.980) y algo menos en papel (522.320). Sin embargo, el alza de precios hace que el dinero obtenido sea de 153.090,18 euros.
De esta manera, desde 2019 se han conseguido 581.995,29 euros gracias a la participación de los ciudadanos en los distintos programas de reciclaje. “Desde el Ayuntamiento”, recordaba el edil de Hacienda, llevamos un control de las toneladas de reciclaje enviadas. El ingreso se devenga y cuantifica por mes”.
De la deuda a la regularización
La parte más complicada ha sido la regularización del conteo de toneladas y pagos, “porque 2018, cuando entramos (2019), no nos lo habían pagado. En 2019 nos pusimos al día, con el abono de los dos años y, a partir de entonces, va todo al día”.
Estos ingresos, como suponen una “entrada regular”, han sido contabilizados y forman parte del Presupuesto, “tal y como nos lo exigen”. Por este motivo, recordaba, “los ciudadanos han de saber que su colaboración a la hora de reciclar tiene una consecuencia inmediata, definida y efectiva sobre las arcas de su pueblo. Además, el Ayuntamiento se encarga de controlar tanto las toneladas enviadas – datos facilitados por el Consorcio del Baix Vinalopó (Crevillente, Elche, Santa Pola)-como el pago correspondiente”.
Cuando se recicla, se ayuda al pueblo, concretamente 581.995,29 euros los últimos cuatro años.