
El musical infantil la Pandilla de Drilo hizo cantar y bailar a las más de 300 personas que acudieron al Castillo, el lunes por la tarde, a ver el espectáculo.
Los más pequeños se quedaban embobados mirando al cocodrilo, al elefante o la serpiente y disfrutaron con cada una de las canciones. Un espectáculo divertido donde los niños y no tan niños disfrutaron del evento. El aforo se quedó pequeño y es que las sillas estaban todas ocupadas.