Cada 8 de diciembre se conmemora el Día de la Inmaculada Concepción, en el que los católicos celebran la fe en la vida sin pecado y la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
Esta celebración se remonta a mediados del siglo XIX de la mano del Papa Pío XI. La Inmaculada Concepción es una doctrina que se refiere a las dotes que Dios concedió a la Virgen María para liberarla del pecado original y personal. Esto significa que, según esta creencia, María estuvo exenta de pecado desde su concepción hasta el día de su muerte.
La procesión de este año ha estado marcada por una emoción añadida, ya que el año pasado no se pudo celebrar por la pandemia y ha sido la primera procesión que se ha podido realizar en Santa Pola desde la declaración del estado de alarma y la suspensión de este tipo de actos por las medidas preventivas estipuladas.
La procesión comenzó a las 12:00 horas en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción tras la Solemne Misa. La imagen fue portada a hombros por ocho jóvenes santapoleras, que muestran así su devoción a La Purísima. Se realizó el recorrido habitual, discurriendo por la calle Iglesia, Elche, San Antonio, Santa Isabel, Glorieta, Elche y regreso a la Iglesia.
En Santa Pola
La devoción en Santa Pola por la Inmaculada viene desde muy antiguo, ya que con anterioridad a la guerra civil ya existía una imagen de la Inmaculada en la parroquia y se procesionaba con ella el día 8 de diciembre. Después de la guerra civil la Inmaculada comenzó a realizar en Pascua “El Encuentro” a raíz de la creación de las Hijas de María, agrupación piadosa de la iglesia, formada por mujeres solteras que normalmente eran las encargadas de sacar en procesión a la Inmaculada, hoy se mantiene parte de esa tradición siendo chicas jóvenes solteras las que portan la imagen de la Virgen tanto el día 8 de diciembre como en Pascua, el día de “El Encuentro”.
En Santa Pola viene de antiguo esa devoción a la Inmaculada, ya en el siglo XIX existía toda una solemnidad ligada con su novena que hoy en día se ha perdido, de esa novena en la actualidad queda solamente un Triduo los días 5, 6 y 7 de diciembre. Antiguamente la novena comenzaba el 29 de noviembre y estaba acompañada con cantos por el coro parroquial con muchas piezas tradicionales referidas a la Inmaculada, incluso con himnos que estaban compuestos por la familia Quislant.
El arraigo en Santa Pola a la tradición de la celebración de la Inmaculada es tal, que se decía que la primera Nochebuena era la noche del 7 de diciembre, y el día 8 y el 10 (Día de la Venida de la Virgen) comenzaban los preparativos de la Navidad. Los mayores lo llamaban “La Nal chiquica” (la Navidad pequeña) donde se empezaba a comer el primer turrón, y en muchas casas era tradicional hacer cocido con pelotas.