La Fundación Save the Med, ha establecido recientemente su sede de levante en Santa Pola, concretamente en el Club Náutico. Para la fundación su misión principal es permitir al mar Mediterráneo recuperar su rica biodiversidad y prosperar en armonía con las poblaciones locales ambientalmente conscientes y pro-activas.
Esta semana han desarrollado su programa “Dos Manos” con alumnos del Instituto Cap l’Aljub en el Club Náutico. El programa Dos Manos combina la educación y concienciación con metodologías de ciencia ciudadana para analizar y visibilizar el impacto de la contaminación por plástico.
Se trata de un programa práctico que incluye una charla sobre la contaminación por plástico, una actividad en una playa local durante la cual los alumnos realizan una limpieza-prospección acotada de la playa y un estudio de ciencia ciudadana, categorizando los residuos plásticos encontrados, analizando los resultados y proponiendo posibles soluciones a los problemas locales.
El programa sensibiliza y promueve la reflexión sobre cómo podemos consumir de forma más responsable, optar por productos reutilizables y limitar la demanda de plástico de un solo uso en nuestra vida cotidiana. A la vez invita a pensar cómo podemos evitar que los plásticos terminen en la naturaleza.
Se anima a los alumnos a encontrar soluciones innovadoras a los problemas más comunes e inspirarles a formar parte del cambio. Hablar de plástico supone abordar la gestión de residuos, la necesidad de un cambio hacia la responsabilidad en lo que consumimos y además, el efecto que este tipo de contaminación tiene en el medio natural y especialmente, para la biodiversidad marina que habita las aguas mediterráneas.
El plástico
El consumo de plástico a nivel mundial se ha ido incrementando en las últimas décadas generando problemáticas derivadas a distintos niveles: contaminación, consumo y gestión de residuos, estado ecológico y biodiversidad o salud.
La huella del plástico, desde su producción a su tratamiento como residuo genera impactos en el medio ambiente a todos los niveles: desde la contaminación generada en la extracción de su materia prima (principalmente petróleo), a la amenaza que supone para la vida marina o la salud humana. Alrededor de 10 millones de toneladas de plástico llegan al mar cada año. Una parte flota, pero la gran mayoría se deposita en el fondo del mar o se asimila en las cadenas tróficas. En el Mediterráneo no estamos al margen de esta amenaza. Nuestro ámbito se centra en los ecosistemas marinos pero no podemos disociarlos de los terrestres. Informar, concienciar y accionar la comunidad local sobre el problema es importante para dirigirnos hacia la comprensión de la problemática local, no disociada de lo global, y generar hábitos coherentes con el entorno.