Si hay alguien que está viviendo esta batalla desde la primera línea de fuego esos son los sanitarios y la ciudadanía está siendo muy consciente de ello, por lo que cada día son miles las muestras de cariño y apoyo que les envían en forma de aplausos. Encarnación Mendiola, enfermera del SAMU, nos explica cómo está viviendo en primera persona esta pandemia. En su servicio cuentan con los equipo de protección necesarios aunque muy racionados, les proporcionan de tres en tres las mascarillas y cada profesional cuenta con dos equipos de protección individual (EPI), “en mi caso ya he gastado uno de esos equipos en una de las guardias, y viendo tal y como se está desarrollando esta epidemia donde el número de casos está aumentando rápidamente, van a ser insuficientes” comenta Mendiola.
Cuando el SAMU recibe un aviso, ya en ese momento el equipo a través del walkie es informado de la posibilidad de ser un paciente con coronavirus, en ese caso deben ponerse el EPI. La dificultad con la que se encuentran es que al no disponer de test, son ellos quienes tienen que valorar en función de la sintomatología si es un coronavirus o no y derivarlo al hospital. Para Encarnación Mendiola la posibilidad de disponer “de los bastoncillos para hacerte la prueba y determinar si es o no es un positivo” es fundamental. Otra de las funciones que realiza el SAMU son los servicios secundarios, donde “corremos un riesgo altísimo ya que llevamos a pacientes sin tuber de un hospital a otro porque no hay camas de UCI, ahí tenemos que ir súper protegidos y después desinfectar la ambulancia”.
El miedo al contagio está presente entre los sanitarios, en el caso del SAMU y las urgencias de los hospitales son los profesionales que primero acceden al paciente y están muy expuestos al coronavirus. Hay especialistas como los cardiólogos o anestesistas que trabajan apenas a 30cm del paciente y que están siendo contagiados. Se trata como indica Mendiola de un virus que en los casos de mayor gravedad “cuando se mete en pulmón hace que la mucosidad se ponga dura y eso no hay quien lo deshaga, el paciente precisa de respiradores y hay que entubarlos”.
Es de extrema importancia que todos los ciudadanos cumplamos con las medidas de protección adecuadas, que sigamos las indicaciones marcadas ya que en estos momentos “hay positivos que no saben que tienen el coronavirus”.
Una vez terminada la jornada laboral estos sanitarios deben volver a sus casas donde tal como explica Mendiola sus familias “están vendidas. Yo llevo toda la precaución que puedo, cuando llego me desvisto antes de ponerme en contacto con ellos, meto toda la ropa en la lavadora con lejía y lavado a 60 grados”. La mayor prevención es la limpieza y tomar todas las precauciones al salir de casa. “Esto es lo que nos ha venido y tenemos que afrontarlo con la mayor dignidad y con los alarmismos justos” concluye.