El grupo de investigación de Bioquímica Aplicada de la Universidad de Alicante, en colaboración con investigadores del Hospital General Universitario Dr. Balmis de Alicante (HGUDB) y el Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante (ISABIAL), ha realizado un importante descubrimiento en relación al pigmento presente en las salinas de Santa Pola.
Este pigmento, producido por las ’arqueas halofílicas’, microorganismos que se encuentran en ambientes hipersalinos, ha demostrado tener propiedades anticancerígenas en ensayos realizados en varios tipos de cáncer de mama.
El hallazgo se inició a partir de la tesis doctoral de Micaela Giani, quien demostró la actividad antioxidante del pigmento y su efecto en enzimas relacionadas con enfermedades como la diabetes y el síndrome metabólico. Posteriormente, el grupo de investigación colaboró con la doctora Gloria Peiró, patóloga del HGUDB y profesora del Departamento de Biotecnología de la UA, y Yoel Genaro Montoyo-Pujol, investigador del grupo de investigación en cáncer de mama e inmunología de ISABIAL, para evaluar el efecto del pigmento en líneas celulares representativas de diferentes fenotipos de cáncer de mama y tejido mamario sano.
Los resultados indicaron que, en ciertas dosis, el pigmento no causaba daño a las células sanas, pero limitaba el crecimiento de las células cancerosas. Este descubrimiento tiene un gran potencial en el campo de la biomedicina, ya que podría abrir nuevas estrategias de tratamiento contra el cáncer basadas en compuestos naturales que no sean perjudiciales para el organismo.
La catedrática de biología y directora del grupo de investigación de Bioquímica Aplicada de la UA, Rosa María Martínez, destaca la importancia de estos resultados y su potencial impacto en el campo de la biomedicina. Los siguientes pasos implicarán ampliar la investigación a diferentes tipos de células cancerosas, realizar ensayos en muestras de tejido y diseñar posibles protocolos de tratamiento. Posteriormente, se llevarán a cabo estudios con animales antes de considerar su uso clínico en pacientes.
Este descubrimiento abre nuevas posibilidades en la lucha contra el cáncer, brindando una alternativa basada en compuestos naturales que pueden evitar los efectos secundarios asociados a tratamientos más agresivos como la quimioterapia y la radioterapia.
Los investigadores continúan su trabajo con entusiasmo, esperando que este pigmento proveniente de las salinas de Santa Pola pueda convertirse en una herramienta eficaz en la batalla contra el cáncer.