La Audiencia Nacional ha condenado a 843 años de cárcel a los etarras Andoni Otegi Eraso, ‘Iosu’, y Óscar Celarain Ortiz, ‘Peio’, al considerar probado “sin ningún género de duda” que fueron los autores del atentado contra la casa-cuartel de Santa Pola el 4 de agosto de 2002. Fallecieron Silvia Martínez, de 6 años, y Cecilio Gallego, de 57.
Toñi Santiago, la madre de Silvia, asegura que “me siento satisfecha porque los asesinos de mi hija tienen nombre y apellidos, pero aún hay más de 300 víctimas de ETA de las que no se sabe quién las mató o el delito ha prescrito”.
Santiago asegura que esta sentencia es un “punto y seguido” en su defensa de la memoria, dignidad y justicia de las víctimas del terrorismo. De hecho, es una de las portavoces de la nueva plataforma Mujeres por la Justicia que el próximo 9 de junio a las 18:00 h realizará una concentración en la plaza de Colón en Madrid.
“La justicia ha hecho su trabajo, y ahora es el turno de los políticos”, dice Toñi Santiago. “Pensé que con el Gobierno del PP las cosas iban a ir mejor, pero han ido igual o peor ya que están pagando a ETA lo que había negociado Zapatero”, añade. “Mi pregunta como ciudadana es si van a dar beneficios penitenciarios a los asesinos de mi hija”, señala Toñi Santiago. En Santa Pola, seguirá habiendo una concentración cada 4 de agosto “mientras me quede un hilo de vida”.