Tras la tramitación de los expedientes administrativos correspondientes, el viernes comenzaron las actuaciones para demoler las dos viviendas de la Calle Mayor (la número 44 y 46, concretamente), debido a la amenaza de derribo y el peligro que suponían para los transeúntes. Las obras han comenzado con el derribo de manera manual de las partes más altas para luego comenzar con maquinaria tirando las paredes de la parte baja, las obras durarán toda la semana.
Dichas obras han tardado unos meses en llevarse a cabo debido a la complejidad de los trámites para ello, algo que la alcaldesa Loreto Serrano ha querido recalcar. “He visto varios vídeos cuestionando al Ayuntamiento sobre el tema del derribo de las viviendas. Revisando los expedientes, vimos que los domicilios eran privados, y los responsables de llevar a cabo las acciones necesarias eran los propietarios”.
Serrano aclara que éstos se encontraban en “suspensión de pago”, y que el Ejecutivo tuvo que iniciar de nuevo todos los trámites: derribo, consignación y documentos a entregar, entre otros. “En un principio, cuando arreglamos todos los expedientes para derribar la casa número 46 y llevamos a los operarios, vimos que la 44 también estaba en muy mal estado. Y si tirábamos una, podía caer la otra”. Por ello, tuvieron que comprobar el estado de dicha vivienda, que según la alcaldesa debería haber sido derribada en el año 2018, y hacer de nuevo el mismo expediente.
Con sus declaraciones, Loreto Serrano contesta a las acusaciones del Partido Socialista por haber tardado demasiado en emprender estas acciones. “Tuvimos que iniciar de nuevo los trámites para derribar la segunda casa, buscar una nueva consignación y una empresa. Ellos se atreven a cuestionar el derribo, pero saben lo complicado que es. De hecho, la anterior alcaldesa inició el proceso, pero no lo acabó”. Añade que el grupo municipal socialista “en lugar de preguntarnos qué ocurre y colaborar, cuestiona si lo hacemos más o menos rápido”.