En el Club Náutico de Santa Pola tuvo lugar la presentación de la campaña de voluntariado ambiental “Rastros en la arena”, creada por Ecologistas en Acción y con la colaboración del Ayuntamiento de Santa Pola, con el objetivo de sensibilizar a la población para conservar las tortugas marinas que vienen a anidar a las playas mediterráneas de la península ibérica. Durante los meses de verano, las tortugas salen de noche a la playa para depositar los huevos en el nido, el tiempo de incubación es de aproximadamente dos meses, cuando las tortugas realizan su puesta y vuelven al mar, los huevos quedan a su suerte.
Amanece y llega el ajetreo al que se somete diariamente al litoral, borrando sus huellas y poniendo en riesgo la nidada. Mediante esta campaña se pretende que, al comienzo del día, las personas voluntarias recorran la orilla buscando los rastros que las tortugas dejan en la arena, y avisando a los técnicos de cada zona para que se tomen las medidas de protección del nido.
Con este voluntariado Ecologistas en Acción se une a los esfuerzos que están realizando para la divulgación, sensibilización y conservación de las tortugas marinas otros programas, como Caretta a la vista, en Cataluña, Alerta tortuga, en la Comunidad Valenciana, o Territorio Tortuga, en Murcia.
La Caretta caretta, como se la conoce en el mundo científico, es una especie catalogada como vulnerable a nivel mundial, se estima que solo una de cada mil llegará a ser adulta. En verano las hembras salen de noche a las playas para hacer sus nidos. Dos meses después, también de noche, saldrán las pequeñas tortugas que tendrán que afrontar muchos retos hasta que, con suerte, 20 o 30 años después, vuelvan a las playas para continuar el ciclo reproductor.
Desde 2001 se observan cada año más puestas e intentos de nidificación en las costas del Mediterráneo español, llegando a sumar 27 en 2020. Expertos afirman que estamos ante un proceso de colonización de nuevos territorios de puesta.
El sexo de las tortugas bobas depende de la temperatura de incubación y, por lo tanto, de la playa elegida para hacer el nido. Si la temperatura se mantiene sobre los 30º, habrá una proporción igual de crías machos y hembras. A 33º solo nacerán hembras y, sobre los 27º, solo machos. Se cree también que el cambio climático y el aumento de la temperatura en las playas tradicionales de nidificación está obligando a esta especie a colonizar otras zonas.
Al parecer, ya sea por tratarse de tortugas «madres primerizas» o por anidar en nuevas playas, muchos de los nidos se realizan en lugares poco propicios, cerca de la orilla, muy en superficie o en lugares muy transitados o limpiados a diario por maquinaria pesada. Por todo ello, es importante localizarlos de inmediato para que los técnicos decidan la idoneidad de la ubicación.
Quien quiera unirse a este voluntariado, con un grupo o en solitario, puede escribir a rastrosenlaarena@ecologistasenaccion.org.
Si tiene la suerte de encontrarse con una tortuga ha de seguir los siguientes pasos:
Llamar al 112. Los técnicos activarán un protocolo de actuación.
No acercarse a menos de 30 metros y evitar que nadie se acerque.
Mantenerse en silencio, no hacer fotos con flash ni encender luces.
No ponerse en su campo de visión.
Si lo que se encuentra es el rastro que deja la madre al subir y bajar por la arena, llamar al 112 y evitar que se pisen las huellas para que no se borren.