El 20 de noviembre es la fecha en que Naciones Unidas recomendó que se fomentara la celebración del Día Internacional de la Infancia en todos los países para salvaguardar la integridad de las niñas y niños por encima de cualquier interés político, económico y religioso.
Hay que proteger a las niñas y niños y para eso se crearon los Derechos del Niño y las instituciones públicas de todo el mundo han de velar por que se cumplan y garantizar su cumplimiento. Las niñas y los niños del mundo tienen derecho a la vida, a la salud, a la educación, al descanso, al juego, a la libertad de expresión, a un nombre y una nacionalidad, a la protección contra el descuido, el trabajo infantil y a la protección durante los conflictos armados.
La suerte de vivir aquí
Nuestras hijas e hijos tienen la suerte de vivir en el Primer Mundo y muchos de esos derechos los tienen cubiertos, a veces en exceso y eso nos ha llevado a plantearnos esta pregunta: nuestras niñas y niños, con todo lo que tienen, ¿son realmente felices?
Por eso, desde la Biblioteca Infantil y la Biblioteca Internacional de Gran Alacant se han planteado una campaña en la que las niñas y los niños conseguirán “cosas” que no se compran con dinero, que no van con pilas y que pensamos que les hacen más falta que muchos de los regalos materiales que sus padres les compran. Para ello se han elaborado unos talonarios y vales que se pueden adquirir a 0’10 euros o a 1 euro y que contienen un compromiso u obligación de los padres hacia sus hijos. Entre ellos, destacan: “Vale por una gran sonrisa cuando meto la pata”; “Vale por cinco minutos de cosquillitas”; “Vale por una tarde en el parque juntos”o “Vale por una hora de juegos juntos”.
Con obligatoriedad
Las niñas y los niños mostrarán estos vales a sus padres y madres y éstos tendrán la obligación de realizar la actividad que allí aparezca. Con el dinero conseguido, nuestros niños afortunados colaborarán con UNICEF para solidarizarse con sus compañeros de infancia más desafortunados.
Los talonarios también pueden ser utilizados por los padres para reforzar su relación con sus hijos, muchos veces dispersa por actividades más “mecánicas” o sedentarias. Desde las bibliotecas se espera que la campaña tenga aceptación y permita difundir la importancia de educar en valores humanos.
