Elisabeth Jorro es una de las “pioneras” de Gran Alacant. Llegó en el año 1984 a una zona en la que “literalmente, no había nada”. Por eso le extraña tanto la forma de “exigir sin ningún tipo de consideración. Hay que tener en cuenta que los servicios comienzan a instalarse en esta zona de Santa Pola cuando empieza a haber población, no antes”.
Recuerda que amigos y familiares le decían: “¿Cómo puedes irte allí, si allí no hay nada? Pues precisamente por eso, porque no había nada nos vinimos”. Los servicios, declaran, comenzaron a llegar “hará doce o trece años. Se retomó el Polideportivo, que estaba paralizado; llegó la biblioteca, el consultorio médico…”. Todo a medida que comenzaban a darse de alta en el padrón los residentes que pasaron a ser de vacacionales y de fin de semana a habituales.
Problemática del Vicenta Ruso
La llegada del colegio Vicenta Ruso fue, para Jorro, un punto de inflexión en el crecimiento como núcleo poblacional, puesto que “animó a mucha gente joven a instalarse de forma definitiva”. Sin embargo, para la entrevistada “se ha abusado del mismo. Muchas personas que viven en Valverde, El Altet o Balsares, por ejemplo, se aprovechan de esta infraestructura. En mi opinión, esto ha ayudado a que el colegio presente unos ratios tan altos de ocupación”.
Desconoce si esta situación puede controlarse, “pero no es única de los vecinos de fuera de Gran Alacant. También hay muchos que, residiendo en Santa Pola pueblo, tienen a sus niños aquí porque trabajan en esta zona. Algo lógico, puesto que, como madres o padres trabajadores, y más en estos tiempos, hay que buscar la máxima compatibilidad de horarios de clase y trabajo”.
Llegada del CIS
No comparte la controversia que se ha levantado con el anuncio de la cesión de suelo municipal para la instalación de un Centro de Iniciativa Social (CIS). “Soy conocedora de primera mano de los enormes esfuerzos que está realizando Miguel Zaragoza para que venga el segundo colegio. Obviamente, al final, no depende directamente de él que llegue antes o después, sino de Consellería”.
Para Elisabeth, “hay que vivir dentro de la realidad. Si en estos momentos no se puede construir un colegio público, y si el CIS ofrece la posibilidad de una educación gratuita, hay que adecuarse a las circunstancias. Lo que no se puede hacer es dividir los esfuerzos y no organizar un frente común porque, y de eso estoy más que segura, el segundo colegio será un auténtico acicate para aumentar la población”.
Retraso del Mercadillo
En cuanto al Mercadillo Alejandro Amador Molina, ‘El Chato’, aún pendiente de inauguración oficial, explica que “el problema no es que tenga una mala ubicación, porque la gente está deseando que se ponga en marcha. No podía estar más tiempo en una zona de calles que, entre otras cosas, eran privadas”. Es conocedora de que “el retraso en la puesta en marcha no se debe a que el Ayuntamiento no haya hecho sus deberes”.
