Ya en el primer minuto, en una jugada en la que el defensa local Dani hizo falta, por obstrucción y después de pasados unos instantes, señaló la falta y tarjeta amarilla al jugador Mario. Después de alguna discusión, le anuló la tarjeta a Mario y le fue señalada a Dani. A partir de ese momento, no se sabe si por el nerviosismo de la jugada, ya no acertó en casi nada y siempre mal asistido por el linier de la de banda de tribuna, que estaba más pendiente de lo que pasaba en los banquillos que lo que ocurría en el terreno de juego. Normalmente cuando el arbitro principal pita el final del encuentro, todos los árbitros se reúnen en el centro del campo y esperan a que entre el ultimo jugador para entrar ellos en el vestuario. Pues bien, el asistente antes mencionado, una vez pitado el final del partido, le faltaron piernas para entrar en el vestuario. ¿Sería la conciencia?.
El partido fue muy trabado y con muchas faltas, las que eran y las que no eran, pero no se veía peligrosidad en ninguna de las dos porterías, hasta que en el minuto 20, un gran fallo de los centrales del Santa Pola, provocando el primero en contra.
Con el gol en contra, el Santa Pola aprieta y a falta de 3 minutos para el descanso, Nacho remata desde el suelo consiguiendo el gol del empate.
En la segunda parte el Santa Pola salió a por el partido, pero sin remate y en un contraataque del equipo visitante consigue un corner y el gol de la victoria. Corría el minuto 65. Cinco minutos después de este gol, el colegiado mostró la segunda tarjeta amarilla al goleador, Tabala, por lo que fue expulsado.