El pasado jueves 4 de septiembre, se celebró en el Castillo de Santa Pola, a las 21.30 horas, el Homenaje a las Gentes de la Mar, centrado esta vez en dos ciudadanos que dedicaron buena parte de su vida al mundo de la pesca, José Pomares Sempere y Teresa Aldeguer Pérez.
Una de las referencias de mayor relevancia versó sobre la división genérica del trabajo en la profesión pesquera. “A bordo, los hombres eran patrones, motoristas o cocineros. En tierra, las mujeres desempeñaban diversos oficios que, a día de hoy, ya forman parte de la memoria colectiva: veleras, vendedoras de pescado a voz de grito o elaboradoras que hacían ‘filet’ a las rederas, entre otras”.
Tras esta reflexión, y después de que la escolta de la Unió de Festers abandonara el escenario, dio comienzo el repaso a la vida de los homenajeados, especialmente, a su trayectoria ligada a las actividades marineras. La narración de sus respectivas biografías tuvo como telón de fondo una exposición fotográfica integrada por una selección de imágenes representativas del bagaje de cada uno de los dos protagonistas del evento.
Épica admiración
La enumeración de las hazañas estuvo marcada por la épica y la admiración. Tanto José Pomares como Teresa Aldeguer lidiaron en sus tiempos con las vicisitudes del hambre, miedo e incertidumbre. Pese a que su situación no era demasiado favorable, consiguieron salir adelante gracias al esfuerzo con el que ambos se enfrentaron a las dificultades. Debido a éstas y otras tantas razones, el público arrancó en aplausos para mostrar su consideración, respeto y cariño a los laureados.
Rumbo Marino
Se hizo entrega a los homenajeados del Galardón ‘Rumbo Marino’, reconocimiento a cargo de la Comparsa Pescadores. Este año, el premio fue otorgado a Antonio Espinosa Bonmatí por su carrera musical, la cual, allí donde pasaba dejaba la huella de Santa Pola, sonidos que evocan el ambiente del municipio. Asimismo, se hizo la debida alusión a las aportaciones de Espinosa al tejido cultural y tradicional de la villa marinera.