Me dirijo al Periódico Santa Pola para que me atienda quien corresponda. A lo largo de estos días, cuando salimos a pasear y de compras, me estoy dando cuenta de la invasión de meses que hay por las calles y baldosas y aceras y esquinas, plazas, glorietas… Sé que estamos en una zona turística, pero creo que se están pasando.
El otro día pasamos por la calle Cervantes. Es una locura. El mismo bar tiene tres zonas de mesas y continúa por el resto de la calle. Más bares ponen mesas y sillas sin aventar siquiera.
No sé yo si esto está lo suficientemente controlado, el tema de tanta mesas y sillas, pero por la calle que te metas tienes el mismo problema. Todo es la recaudación. Yo, en el fondo, me siento estafada. Pago mis contribuciones, mi impuesto de circulación y ves las calles llenas de mesas y sillas, lo que me impide aparcar el coche. Y me indigno.
Yo creo que no hay el control que se debe llevar sobre los dueños de bares y cafeterías, pues hay algunas que tienen unos metros de fachada y tienen 50 ‘o 60 mesas, en una afán de recaudar sin medida. Por favor, que tome nota el Ayuntamiento, la Concejalía que corresponda.
Al mismo tiempo, me gustaría comentar que empezaban la famosísima estación de autobuses en primavera. Eso es lo que dijeron. En lo que va de año han movido un poco de tierra para que la gente se crea que ya han empezado, pero es una tomadura de pelo.
También hago una llamada a los dueños de los perros que, según ellos, los quieren como hijos. Pues que se preocupen de la limpieza de lo que van haciendo por las calles y vayan limpiando todo lo que manchan: esquinas, farolas, coches, baldosas… Creo que el Ayuntamiento debe ponerles unos buenos impuestos, pues hacen más uso de las calles que las personas.
También quiero hacerme eco de dos santapoleras: Belén López y Julia Conejero, impulsoras para recoger firmas para ver si algún día podemos ver terminada la piscina. Recogen firmas para ver si el señor alcalde de nuestra ciudad, el señor Zaragoza, la pone en marcha. Me imagino que nuestro alcalde sabrá que todos los pueblos de los alrededores tienen piscina. Nosotros somos los parientes pobres. Que el señor alcalde se ponga las pilas, que ya está bien.