A veces, los tiempos son muy ajustados en la Semana Santa, máxime cuando una misma cofradía cambia sus dos tronos. Tal es el caso de la Cofradía del Cristo Yacente que, este año, presenta trono modificado y, además, estrena el del Ecce Homo. El Yacente, que ha de ser portado por un mínimo de entre 25 y 26 personas, sólo ha contado con dos días de ensayo para prepararse. Jerónimo Buades, capataz de costaleros, que lleva quince años dentro de la cofradía y, diez de ellos, al frente de los porteadores, se mostraba tranquilo porque “todos tienen experiencia”. Al ser ducho en la profesión médica, asegura que “las nuevas técnicas provenientes de la fisioterapia están muy bien. Calentamientos, estiramientos, realización de determinados ejercicios... pero, lo más importante, es una buena faja y, sobre todo, fe y ánimo por parte del costalero”. Importante también el señalar el hecho de medir exactamente a todas y cada una de las personas encargadas de portar el trono, “además de seguir el ritmo marcado por el tambor. Saber moverse de forma acompasada. Algo que, como la plantilla tiene experiencia, pues la base permanece de un año a otro, está asegurado”.
Santiago García es la incorporación más reciente al plantel y, confiesa, se siente muy cómodo dentro de la cofradía, “además, me gusta mucho esta imagen”.