Como el que no quiere la cosa dentro de un par de meses nos encontraremos con nuevas elecciones, las europeas, cuya importancia tienen para los ciudadanos españoles mucho más de lo que podemos pensar. La prueba la tenemos ahí mismo, si observamos a esos que jamás han hecho nada bueno por nadie y que están todos los días en los telediarios y en las calles soliviantando a cuantos se dejan soliviantar, engañando a cuantos quieren ser engañados e insultando a los que le sacan las castañas del fuego cada vez que gobiernan.
Afortunadamente los españoles les dijimos hace un par de años, alto y en la cara, que se marcharan a hacer ganchillo para evitar que nos rescataran, y dejaran de “mangonearnos”, fastidiarnos, y cachondearse más de nosotros. Y el PSOE se marchó, aunque dejando a España para el arrastre; y ahora, impotentes y cabreados, con Elena Valenciano a la cabeza, profesora de cinismo y con una cara, metafóricamente hablando, más grande que una vaca con paperas, se empeña en dejar a Europa como nos dejaron a España. Por favor, dejen a Europa en paz que demasiado castigo tenemos los españoles.
¿ Será posible que ciudadanos hechos y derechos se hayan olvidado de cómo actúa esta gente que se nos presenta con cara de frustración y que lo único que engendra es odio y lo único que da es repelús ?, ¿ cómo es posible que haya personas que aun no se hayan enterado de la desfachatez de los gobernantes de este PSOE, que lo único que persiguen es adueñarse de la opinión y voluntad de determinados ciudadanos, afirmando con un descaro inmaculado, que hablan en representación de todos los españoles? No sé si pensaban en estos gobernantes, cuando alguien escribió: “ el odio a la moral y al respeto enturbia la razón y embota la mente a muchas personas”.
Pero es que a su lado, un tanto más a su extremo, tenemos a Izquierda Unida y a Compromis. En Santa Pola ya sabemos hasta donde son capaces de llegar y para lo que están calificados para hacer. Y viendo a sus Diputados en el Congreso nos hacemos una idea de la compostura y saber estar de esta gente, que si nos la encontráramos en la puerta de la Iglesia les daríamos una limosna para que cambiaran de atuendo. Dios los cría y ellos se juntan.
Y así, los socialistas por un lado y los comunistas por otro, dedican su campaña europea a hablarnos del aborto. Doy gracias a Dios por permitir que todos los que desean el aborto a toche y moche estén vivos al día de hoy porque deduzco que sus padres desearon tenerlos para alegría de sus vidas. Que hablen de sus ideas europeistas y se dejen de criticar a los empresarios -parece que para ellos no hay ninguno honrado-, a los bancos -todos iguales para ellos-, a los políticos que no sean de su banda, a los mandatarios europeos, a los Guardias Civiles, a los curas, a los santos, a los trabajadores -véase lo que están haciendo por Andalucía- y a todo lo que se menea, con la misma cancioncilla de siempre: “no pararemos hasta que lo tuyo nos lo repartamos entre todos, pero cuidadito con lo nuestro, porque lo nuestro es sólo de nosotros.” Recuerdo hace muchos años, hablando con Cristina Almeida, en los Juzgados de la Plaza de Castilla de Madrid, que al preguntarle que muchos comunistas, entre ellos ella, tenían más dinero y bienes que muchos otros considerados como ricos, se me quedó mirando con ese rostro de malevolencia que le acompaña, y me dijo “ ¿es que los comunistas no podemos ser ricos o millonarios?”. Después se pasó a los socialistas.
Que yo y otros muchos vamos a votar al Partido Popular, es un hecho patente. Y no me vengan con los corruptos del PP; por cierto, muchos menos que los de otros partidos teniendo en cuenta los afiliados de unos y otros, pero diciendo que son tan sinvergüenzas como los corruptos del PSOE, de CIU, de UGT, de I.U. etc. etc. La diferencia está en que nosotros reconocemos lo que hay, mientras que los demás se esconden, lo niegan e, incluso, huyen de su tierra para evitar a la Justicia. Los de derechas lo somos a mucha honra, mientras que muchos de izquierdas niegan su condición de tales, porque les da vergüenza decirlo, porque saben lo que sus representantes dan de sí. Votemos al PP, el único Partido capaz de arreglar lo que desarreglan los otros. Lo veremos al final de la legislatura.
