El Certamen Ciceronianum es un concurso de traducción en lengua latina que se realiza desde 1980. En él participan alumnos de segundo de bachillerato de varios países, como Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, Francia, Alemania, Inglaterra, Luxemburgo, Macedonia, Montenegro, Países Bajos, Polonia, Rumanía, Serbia, Suiza, Hungría y España.
En la edición nacional del certamen ha resultado ganadora por unanimidad de la comisión evaluadora María Cañizares López, que cursa segundo de Bachillerato en el Instituto Cap de l’Aljub de Santa Pola. Como premio, va a viajar a Italia a conocer la ciudad de Cicerón, uno de los mejores oradores romanos, Arpino, y a participar en la fase internacional del certamen. María Cañizares es una brillante alumna y asegura que quiere estudiar Filosofía. “Me gusta analizar los textos en latín y además es una lengua que te ayuda a entender mejor el castellano”, comenta. Además de estudiar, también le gusta la danza y salir con sus amigos que, confiesa, tienen cierta envidia con el premio que ha conseguido. María también se ha presentado a la prueba de griego y ha quedado finalista en la de Filosofía.
Animó a María a participar en el certamen de la Sociedad de Estudios Clásicos su profesor, Gregorio Galán Oliver, que también viajará con ella a Italia el próximo 7 de mayo.
María tuvo que traducir un texto de Marco Tulio Cicerón y realizar un comentario literario-filosófico. El tema de este año era la amistad. La profesora de Filosofía del centro también ayudó a la alumna a preparar la prueba. El triunfo de María Cañizares tiene mucho mérito ya que en el certamen han competido unos 300 alumnos de Bachillerato de las diferentes Comunidades Autónomas de nuestro país.
“María es una chica muy inteligente, en los exámenes de latín y griego siempre saca un diez y los hace incluso mejor que los haría yo”, comenta el profesor Gregorio Galán. No todos los años el instituto presenta alumnos al certamen. Como dato significativo, en el 2004 participó Carmen Sánchez por el Cap de l’Aljub y ahora es profesora en la Universidad de Zaragoza. “Participar en certámenes como éste es una motivación para los alumnos, que entran en contacto con la Universidad, donde se realizan las pruebas y además les sirve como preparación para la selectividad”, añade el profesor, quien también defiende los aspectos positivos de la enseñanza pública.
