Los problemas de hiperactividad pueden estar detrás de muchos de los trastornos de conducta de los niños, como el fracaso escolar o el déficit de atención (TDAH). Esta patología afecta a un rango de entre el 5 y el 10% de la población infanto-juvenil, según asegura el especialista en Neurometría del Hospital USP San Jaime, el doctor Moisés Aguilar. Además, en el 76% de los niños diagnosticados, el trastorno de hiperactividad tiene un origen genético. De ahí la importancia de realizar un diagnóstico precoz de esta patología a fin de iniciar un tratamiento lo más temprano posible.
Según explica el Dr. Aguilar, “la clave del nuevo servicio radica en la exactitud del diagnóstico como pieza fundamental para realizar un tratamiento adecuado y eficaz en el niño”. Los últimos avances en el campo de la Neurometría permiten realizar un diagnóstico objetivo de una patología que antes sólo se detectaba de una forma subjetiva: o bien los padres o bien los profesores intuían que la conducta del menor era extraña, y se concluía que padecía un trastorno de hiperactividad. Los estudios médicos que se realizan en la actualidad, adaptados a la edad y características de cada paciente, permiten cuantificar la función cerebral (a través del marcador biológico de las ondas cerebrales) en una escala temporal de un milisegundo.
“El fracaso escolar es un problema frecuente en niños y adolescentes que puede tener causas variadas: médicas, psiquiátricas, psicológicas, sociales, ambientales, etc. Cuando se presenta, debe buscarse cuidadosamente el origen y tratarlo de la manera más inmediata posible. Las terapias que se aplican en Neurometría mejoran significativamente situaciones que muchos de los padres sienten que se les han escapado de las manos”, afirma el doctor Moisés Aguilar.