Inquina personal o intereses ocultos contra algunos miembros de la junta directiva del Club de Atletismo. ¿Qué es lo que pretende este “señor”... o “señores”? ¿Quitar a unos para poner a otros “amiguitos”, para ver si sacamos tajada? ¿O hay algún motivo personal que desconocemos?
Precisamente, el que más ladra es el que más tiene que callar, si ha cometido todos los “errores” habidos y por haber. Si tienen pruebas de que se ha cometido algún tipo de irregularidad, que las hagan públicas y las comuniquen a los socios, que ellos mismo pedirían explicaciones. Porque, con todo esto, sólo se consigue dañar la imagen del club y del pueblo.
¿Podríamos hablar de inoperancia de la alcaldesa y de la concejala de Deportes para poder lidiar entre las partes y llegar a un entendimiento? Al final, lo pagamos todos, se celebren o no las pruebas. La imagen ya se está deteriorando. Algo tan importante para un municipio turístico, la celebración de pruebas deportivas, es un gran escaparate en vivo para poder vender los encantos que poseemos en nuestra villa. Es una oportunidad de que nuestro nombre, “SANTA POLA”, se oiga en las ciudades de origen de los participantes, sin contar con el grandísimo fomento del deporte para todos nosotros y con especial relevancia para nuestros jóvenes.
Seguramente, todo esto es bastante más efectivo que el pastón que costó la aparición en MasterChef, de la que nadie ya se acuerda.
Todas estas pruebas son y han sido creadas por el Club de Atletismo. El Ayuntamiento podrá realizar otras parecidas, pero no las mismas. Serían pruebas con distinto nombre, distintos organizadores, homologadas o no, seguramente sin carácter internacional ni puntuables, por no decir de toda la experiencia en su realización que se perdería. Ese nivel no es algo que se consigue de un día para otro, ha sido mejorado año tras año, consiguiendo un gran y envidiado prestigio nacional.
Y, si nos vamos al plano económico, el crear y organizar nuevas pruebas seguramente tendrá un altísimo coste para las arcas municipales. Cuestión aparte es que en los últimos años han salido casi gratis, sino hablamos de que otros han pagado hasta las horas de la Policia Local (cuestión de dudosa legalidad). Cero euros de subvención, vamos.
Esperemos que nuestra alcaldesa haga valer la vara y empiece a imperar el sentido común.