La S.G.A.E., Sociedad General de Autores Españoles, ha vuelto a hacer de las suyas. Ahora pretende cobrarnos por escuchar la radio. Es increíble. Con este tipo de actuaciones, lo que la S.G.A.E. está haciendo es autoproclamarse enemigo público de la sociedad. No sólo cobran un canon por fabricar la radio, también lo hacen por venderla y ahora lo quieren hacer por escucharla. Es patético. No hay duda que con estas actuaciones los principales perjudicados van a ser los autores, ya que al final optaremos por no escucharlos y no sé yo quién y cómo los conocerá.
Lo curioso del caso es que el canon digital empobrece a más del noventa por ciento de los autores, ya que el sobrecoste que deben pagar de los equipos y soportes que utilizan para realizar su actividad como autores, es mayor que lo que les abonan las entidades de gestión recaudadoras. Sin contar con los costes judiciales que provoca esta jauría de recaudadores prepotentes y maleducados y que son denunciados por ciudadanos. Las gestoras recaudaron más de 500 millones de euros en 2007 y se espera que esta cantidad se multiplique por cuatro en los próximos años. Además de la S.G.A.E., líder de recaudación, existen otras siete gestoras que pugnan por una parte del pastel. Así pues, los beneficiarios de este atropello son el conglomerado de entidades que gestionan la recaudación del canon. Todo ello después de que el Gobierno se aparte su veinte por ciento. Nadie se opone a que los autores cobren por su actividad pero es que, en este caso, son los que menos cobran. De todo lo expuesto se deduce que nos encontramos ante una panda de sinvergüenzas parasitos que quieren vivir del cuento y que son apoyados por un Gobierno agradecido. Obviamente hay que pagar los favores electorales.