Soy vecina de Santa Pola desde hace más de 40 años y me siento completamente indefensa ante el Ayuntamiento de mi pueblo a raiz de una caida en la rampa de minusválidos situada a la puerta de la iglesia en la entrada por la calle Marques de Molins y que está enfrente de mi casa.
Tuve la mala suerte de resbalar y caer en ella el 28 de Agosto de 2002 por 4 gotas de lluvia que la mojaron cuando yo pasaba. Eso cambió mi vida porque me lesioné la cadera (de la que fuí operada en 2004), me hice un esguince cervical que me sigue obligando a tratamiento diario contra los vértigos y que será de por vida, mis meniscos estan tocados para siempre y tengo eventración abdominal (estoy pendiente de operación por ser yo enferma de alto riesgo y me dá miedo). Los testigos de esta caida fueron muy numerosos por ser hora de misa pero todos eran forasteros por lo que yo solo reconocí a Enrique, Vicente el sacristán y al señor párroco, Antonio Pamiés que acudieron a mis gritos.
Para resumir, pasados unos meses de intentar recuperarme de tanto desastre puse la denuncia correspondiente al Ayuntamiento y entonces me enteré que esa rampa está mal hecha a petición del párroco (mas gente ha caido en ella) y que no tiene antideslizante ninguno y sobre todo que el Ayuntamiento sabe que eso es así como me demuestran escritos recibidos del Técnico del Ayuntamiento. He hecho infinitas visitas al consistorio de toda buena fé y me he dejado muchas lágrimas en algunos despachos pero la Teniente de alcalde de ese momento me instó a que me buscara un abogado, cosa que tuve que hacer sin querer hacerlo.
Y aquí viene lo peor, llamaron en el primer juicio solo a Enrique como testigo porque la jueza no consideró oportuno llamar al párroco por ser la Iglesia y con la iglesia hemos topado desgraciadamente. Hubo que recurrir y en 2006 sí que el juez llamó al párroco D. Antonio Pamiés como testigo principal. Este buen Sr. se negó a ir a declarar y no solo eso, me increpó en mitad de la Glorieta y me insultó todo lo que pudo y más a grito pelado y desde ese día y hasta su marcha de Santa Pola tuvo conmigo una actitud indigna de un Sr Cura.
Para decir la verdad yo pensaba estar callada a pesar de mis muletas, de mi bastón, de mis 12 pastillas diarias contra el dolor, de no poder caminar mas de 10 minutos y de mis lágrimas diarias por haber dejado media vida en esa rampa que veo todos los dias, pero este escrito y esta denuncia pública es producto de mi indignacion y mi indefensión ante un Ayuntamiento que a través del abogado del seguro que debería haber cubierto una indemnización hacia mí, encima de ser la víctima , me hace pagar 1.840 Euros por haberme caido y porque el Sr. cura no quiso declarar.
Y yo desde mi buena fe y sabiendo como sé del interés del Ayuntamiento de indem-nizar otros accidentes en la vía pública, pregunto al Sr. Alcalde de mi pueblo.....
Sr. Alcalde de todos los santapoleros, ¿hay aquí ciudadanos de 1º y ciudadanos de 2º?.¿Por qué conmigo esa actitud del Ayuntamiento?. Gracias si me contesta.
A primeros de Abril terminé de pagar esas costas y les puedo asegurar que es el dinero que más me ha dolido pagar y no sólo porque también estoy en crisis, sino por la injusticia tan grande que se ha cometido conmigo y espero que no le ocurra a nadie más.

Maria Nieves Pérez Neël