A través de esta carta, desde Sydney, quiero expresar mi más profundo agradecimiento al novio y su séquito que el 29 de septiembre, camino de la Iglesia, tuvieron la inmensa generosidad de pararse para ayudarnos a mi marido y a mí. Mi marido se cayó, cerca de la calle del Araceli, y este buen samaritano ofreció su ayuda.
Mi marido tuvo que operarse al llegar a Sydney, y gracias a Dios se recupera bien.
Pido a Dios que bendiga a este hombre bueno, y que le dé mucha felicidad y suerte en su matrimonio, y a lo largo de toda su vida.
Mª Ángeles López
Sydney (Australia)