Desde la Concejalía de Urbanismo se ha señalado que con la publicación del nuevo Plan General van a ser “legalizadas” construcciones o ampliaciones realizadas y que no se contemplaban en el anterior Plan en vigor hasta ahora, pero que con éste nuevo sí podrían llevarse a cabo.
La concejala citaba altillos o áticos. Pero existen otros casos como los de dos edificios en la calle del Mar y en la calle Cervantes donde lo que se ha levantado sin estar en vigor el nuevo Plan han sido plantas completas. Y eso parece ser que sólo gracias a que había una aprobación provisional del citado Plan.
El Ayuntamiento ha actuado como si la legislación vigente hasta ahora fuera un impedimento o un obstáculo salvable según qué circunstancias. Existen unos Convenios con los promotores que les permitía ese exceso de alturas, que podrían ampliar una vez en vigor el nuevo Plan.
Han actuado antes, desde hace tres años, sin amparo en la legislación vigente entonces porque no les interesaba esperar. El Ayuntamiento debía haber actuado por iniciativa propia y defender la legalidad. No lo hizo, y cuando actuó fue obligado por las denuncias de los afectados.
El Ayuntamiento ha mostrado que era juez y parte y de su posición ha estado del lado de ciertos promotores sin atender a la ley y a los convenios que firma. Mención merece también qué actuación habrán seguido desde el Registro de la Propiedad, las escrituras notariales,...
La legislación anterior actuaba como la ley del embudo, ancha para según qué promotores, y seguro que mucho más estrecha para el resto de vecinas y vecinos de la Villa.
Los poderes públicos no pueden actuar de modo arbitrario. Están sujetos, como la ciudadanía, al ordenamiento jurídico y deben respetar la ley. El anterior Plan seguía en vigor y había que cumplirlo. Pero se ve que ciertos promotores juegan en casa. En Santa Pola, Miguel.
Jose-Ángel Sanz Gracián