Nunca pensé que vería tan deficientemente retratada mi memoria en el escrito aparecido en el Periódico Santa Pola del día 27 de marzo en la sección Cartas al Director que usted desarrolla y firma. Pero, sin entrar en polémica de ninguna índole, lo que sí me voy a permitir es aclarar ciertos matices a lo que usted ha expuesto.
Lo primero, es una apreciación sobre mi persona que pone de manifiesto lo poco que usted me conoce pues aquí, en esta Hermandad, nadie saca barriga si no es para trabajar mucho y bien por la Cofradía y por el lucimiento de los Pasos, poniendo nuestro granito de arena en el conjunto de la Semana Santa santapolera.
Dicho esto, en la memoria histórica de esta junta directiva y en la mía propia, hay muchas secuencias de acciones que se han transformado en realidades que ¡sí que hay que tener en cuenta!, como es la situación, hoy, de la Cofradía. Esta realidad se muestra en los actos programados y en su salida en procesión, y aquella “realidad”, heredada, la que llegó a nuestras manos, que no fue otra cosa que volver a empezar, como si del principio se tratara, porque la herencia fue bien pobre. Del ayer al hoy hay un camino de compromiso, de sufrimiento, de colaboración y de aportaciones que fueron necesarias para disponer de lo que hoy se muestra por las calles de Santa Pola cuando procesionan el Cristo de la Agonía y la Cruz del Mar. El precio de ello fue de sangre, sudor y lágrimas. Eso es hacer historia para recordar.
No obstante, sentimos, la junta directiva y yo, que el motivo del escrito dirigido a la directiva de la Cofradía del Cristo de la Agonía haya surgido por la ausencia de los que fueron sus fundadores. No hubo ninguna intencionalidad. Sólo premura y trabajo para aportar en ese momento objetos, recuerdos, etc. Si algo faltó es porque somos personas y no siempre nos salen las cosas perfectas. Creo que eso se puede comprender.
Respecto al padrinazgo del paso La Cruz del Mar, la Cruz y las andas son nuevos y a la vista está, por lo que cuando fue presentado para su bendición, se nombraron nuevos padrinos.
Creo, respecto a lo dicho en la carta al director, que hubiese sido más elegante y cristiano, por el ámbito en el que nos movemos, que cuando surgieron estas ausencias, se hubiese comunicado personalmente y con toda seguridad hubiese tenido solución.
Con lo dicho y expuesto, doy por concluida mi aclaración por mi mala memoria histórica.

Rosario Rodes.
Presidenta de la Cofradía del Cristo de la Agonía y Cruz del Mar