Que un error lo comete cualquiera es un dicho por todos sabido, como el que tiene boca se equivoca por ejemplo, pero que se equivoque cualquiera en dar la simple información de si ha sido admitido o no, para el puesto de trabajo al que fue entrevistado previamente y en lugar de decir no, dice sí: “preséntese con la documentación pertinente que el lunes empieza usted a trabajar”; esa persona supuestamente es alguien capacitado para desempeñar un trabajo en el ADL (Agencia de Desarrollo Local), pero por error comunica a un chico de 24 años que de los tres entrevistados ha sido elegido él para cubrir una vacante como mecánico en el Ayuntamiento. Por cierto, el contrato era de tres meses y medio. ¡Al joven le ha tocado la lotería!
El día 19 de mayo fue todo un acto celebrativo para él y su entorno. Después de bastante tiempo sin trabajar, sin paro, sin ayuda y sin nada, el desánimo se convirtió en una exaltación que a todos nos contagió. Al día siguiente iba él tan contento, con su documentación a presentar a estas oficinas cuando le dicen que no puede ser, que se trata de un error. ¡Se han equivocado! y eso sí, le piden disculpas…
“Como una nube negra que ensombrece un día soleado, se han mojado las esperanzas y se van desvaneciendo las ilusiones”. Entonces sale la poetisa que llevo dentro, porque veo a mi hijo desanimado y le digo: “no hagas caso, si ya era raro, que escogieran a alguien tan bueno, trabajador y honrado”.
En fin, estos días me da por cuestionarme lo sucedido porque fue un festival de emociones para nada. ¿Es que somos tan insignificantes? Cada vez nos conformamos con menos. Un contrato de tres meses y medio y alzamos la bandera de la esperanza.
¿De qué trabajos disponen nuestros hijos? Si en más de una ocasión se ha ofrecido en el ADL empresas que piden unos requisitos incoherentes como por ejemplo, experiencia para un contrato de prácticas o formación. Vamos a ver, ¿si es de formación como va a tener experiencia?
Sí, señores, esto es lo que nos ofrecen. Y al otro lado están sentados pensando en no sé que, cobrando todos los meses y los pobres se equivocan en una suma de tres menos dos. Inaceptable. Porque no es lo mismo, que cualquiera pueda equivocarse que cometer un error cualquiera. O es sí, o es no. Tan simple como eso.