Aunque no soy de aquí, quiero y amo a Santa Pola. Llevo viniendo a este pueblo desde los 16 años, y tengo 70. Tengo casa aquí, desde hace más de veinte años y, antes, he venido alquilada. De hecho, conocí este pueblo cuando era poco más que la calle Espoz y Mina… y campo. Este es mi pueblo y siempre que estoy en Madrid digo con orgullo que lo es.
Pero, lamentablemente, tengo que decir que se está echando a perder. Las calles están tremendamente sucias y todas huelen a meados. Todo sucísimo. No hay papeles tirados, ni basuras, pero el olor a orín es constante por todas las calles, por el centro o por donde te metas.
No había visto esto antes. Estos olores a meados no han existido jamás, ni cuando no había canalización de alcantarillado y todo eran pozos negros. Vuelvo a repetir que hay barrenderos, que no se ven colillas o papeles, pero todo está negro. Todas las esquinas, papeleras, postes. La gente recoge los excrementos de sus perros, más que antes, aunque no todos, pero ya no me queda más remedio que pedir por favor que alguien haga algo con los meados.
No sé si será cuestión del Ayuntamiento o más cuestión de civismo. Lo único que pido es que se devuelva a Santa Pola su olor a pueblo marinero.