El pasado 20 de diciembre nos dejaba José García, “El Mestre”. Hijo de Santa Pola, dedicó toda su vida laboral y profesional a la enseñanza. Fue profesor y director (durante muchísimos años) del Centro Público de Adultos ‘Ausiàs March’ de nuestra localidad, donde desarrolló su actividad docente, siendo el epicentro y motor de todo lo que este colegio es hoy.
Con estas palabras pretendemos, humildemente, rendir nuestro particular homenaje a quien tanto debemos por su desinteresada y esencial ayuda a la formación de cientos de santapoleros y santapoleras, no sólo en el aspecto académico, también en el humano.
Pepe era una maestro sencillo, humilde y entrañable. Un maestro de esos que, en definitiva, saben que su destino es morir como el grano de trigo muere en la tierra, para que la espiga florezca en cientos de nuevos granos.
Así veíamos y vemos a nuestro compañero y amigo Pepe: un ser humano excepcional que, continuamente, nos contagiaba de esa original mezcla que únicamente él sabía elaborar. Una mezcla a base de curiosidad intelectual, capacidad de análisis y, sobre todo, de interrogación y discusión; la cual nos permitía descubrir, a quienes disfrutábamos de su compañía, los mensajes más estimulantes y los aprendizajes más duraderos.
“Uno recuerda con aprecio a sus maestros brillantes, pero con gratitud a aquellos que tocaron nuestros sentimientos”, Carl Gustav Jung