En estos tiempos en los que vivimos de constantes cambios y desigualdades sociales, afortunadamente, hay personas que deciden hacer algo para construir un lugar mejor en el que vivir. Entre esas personas, hoy quiero hacer un especial reconocimiento a los Voluntarios y Voluntarias de Cruz Roja Santa Pola. Quiero agradecerles el compromiso que han tenido a lo largo de este 2014, porque gracias a ellos y ellas hemos podido atender a más de 15.000 personas en la localidad. Miles de personas si, pero cada una con nombre, apellidos y necesidades diferentes. Cada una con sus experiencias, sus angustias y su sufrimiento. Y es que en estos tiempos de desesperanza y desesperación, lo que más valoro y quiero reconocerles a los voluntarios de Cruz Roja, es que hayan mirado a los ojos de cada una de esas miles de personas y les hayan preguntado; “¿cómo estás?”, “¿qué necesitas?”, “¿en qué puedo ayudarte?”. Incluso que en ocasiones, hayan acompañado esas preguntas tendiendo una mano, el hombro, el brazo y hasta el corazón. Porque es lo que les hace diferentes, únicos y especiales; su humanidad. Mi mayor deseo para el 2015 es que desde Cruz Roja tengamos que atender a menos personas, eso será realmente una buena señal. Pero, por si acaso nos encontráramos con un año tan difícil como este, mi deseo será que los voluntarios y voluntarias sigan transformando sus ilusiones en acciones y JUNTOS podamos seguir estando cada vez más cerca de las personas que más nos necesitan en Santa Pola. Porque no hemos venido a este mundo a estar solos ni aislados. Estamos aquí para apoyarnos, ayudarnos, tejer redes de colaboración, arriesgarnos, crear, reinventar y despertar a los dormidos.