Es sobre un aprendiz de delincuente que hace unos días en la Avenida Albacete se me echó encima arrancándome la cadena que llevaba en el cuello. A parte del susto que me lleve, y él casi se cae de la bicicleta, consiguió cogerla del suelo antes que yo. Todavía estará acordándose de mi pues no era de oro, sólo valía el pequeño colgante que tenía forma de pantera y que no podrá lucirlo su mama pues está denunciado. Este pobre chico tiene otra cosa en contra, que todas mis amigas y conocidas están alertas y procuraremos dar con él para que no siga por ese camino.
Francisca Riber