Durante la dictadura de Franco a los españoles nos vendieron la idea de que los comunistas eran “demonios” y que la mayoría de los monárquicos y socialistas eran mormones. Fue sorprendente para los que vivimos esa época el comprobar que en la transición todos los partidos dialogaron y llegaron a un consenso que trajo una Constitución que llamó la atención en medio mundo y sirvió de ejemplo. Posteriormente, cuando Felipe González ganó las elecciones en 1982 y vimos que España crecía, aumentaban las libertades y la vida cotidiana seguía siendo normal, los españoles comenzamos a amar la democracia y vimos que no importaba que mandase la izquierda o la derecha, España seguía creciendo y la convivencia entre españoles mejoraba hasta el punto de que ya nadie hablaba de las dos Españas.
Ahora se dice que España ha cambiado y por lo tanto los políticos “viejos” ya no sirven, que esta época la tienen que dirigir los políticos nuevos. Analizando la actuación de Sánchez, Casado, Rivera e Iglesias, podemos también añadir Abascal, me doy cuenta de que el futuro de España se presenta negro. Ni siquiera en los asuntos más importantes de Estado son capaces de dialogar y llegar a un acuerdo, y si alguna vez lo consiguen al poco tiempo reniegan de él y vuelven a las “barricadas”. ¿Son estos los que van a dirigir España? Espero que no.