¡¡Por fin!! Ya han pasado las elecciones. Los ciudadanos en menos de un mes han tenido que reflexionar seriamente sobre diferentes opciones políticas que estaban en la mesa. Han reflexionado y decidido. Las Generales (diputados y senadores), las de la Comunidad Valenciana, las Europeas y, por úlitmo, las Municipales.
Esta democracia que compartimos, tan denostada y, a veces, malinterpretada, ha hecho posible lo que hemos dado en llamar, la “fiesta de la democracia”, donde todos y cada uno, formamos parte de un Ente común, también denostado y, a veces, vilipendiado, que se llama España.
Es momento de agradecer FIRMEMENTE a los ciudadanos su participación, tanto en las mesas electorales como a la hora de votar, ya que sin ellos NADA tiene sentido.
Como mi capacidad de análisis de los resultados a nivel nacional, comunitario o europeo es francamente escasa, me gustaría centrarme en las municipales, y vaya por delante que es una opinión personal, que no conlleva estadísticas estudiadas ni sondeos previos, ni nada que tenga que ver con ciencias exactas. En fin, simple y llanamente, MI OPINIÓN.
¡¡El pueblo ha hablado!! Ciertamente, sabían lo que querían, porque aunque coincidieron con las Europeas, en el tiempo, el resultado fue francamente distinto. Los “sectarios” de IU y Podemos no aparecen con suficiente fuerza para poder tener representante; el “salvador del pueblo” (periodista, electricista, técnico en no sé qué...) tengo entendido que alguno de su lista ni apareció a votar; los del “movimiento ciudadano” no “movieron” ni “conmovieron” suficientemente; y al “personaje en la sombra” (léase chaquetas, bufón o payaso) a pesar de su personal encono hacia el partido ganador y a pesar de sus representaciones “teatralistas” con bajos porcentajes de audiencia, le han dicho alto y claro, “la edad no perdona y su senilidad está cada vez más presente”, RETÍRESE.
De los cinco partidos restantes, cada uno con su representación, se les pide: respeto, responsabilidad, dedicación, trabajo, atención, amor, empuje, solidaridad y determinación para unir y “no” para desunir. Eso ya lo han hecho durante cuatro años unos “personajillos de novela negra”, cuyo único horizonte era ODIAR.
Pues bien, el pueblo ha mandado: a los sectarios, con sus sectas, al “mula” o “salvador”, a pastar; al movimiento ciudadano a pensar y al “romano”, a hablar en latín, que parece que se le da bien.
Juntos y sin odio, haremos un pueblo mejor; juntos y sin odio haremos de Santa Pola nuestro estandarte; juntos y sin odio haremos del viaje un placer. ¡Juntos y sin odio, que Santa Pola se lo merece!
Hablar por hablar...