Estimada Charo: Recibe estas palabras como lo que son, la voz de tu Cofradía, por eso siéntate y escucha.
Rosario, no dejes que nada ni nadie merme nunca ni un ápice tu ilusión, tu entusiasmo, tu valentía, tu entrega, tu entereza y tu carisma, porque tú eres como el jardinero que vive mimando su más preciado rosal, rosal que florece erguido y cuyas rosas rojas se embellecen gracias a tus desvelos.
Por eso cierra los ojos y siente la brisa de la mar, deja que inunde tus sentidos porque cuando los abras verás el puerto, los barcos, el cielo, la luna, las estrellas y a la gente, rindiéndole pleitesía a esa Cruz marinera, símbolo del dolor y del sufrimiento de nuestros hombres, refugio y esperanza de nosotras, sus mujeres, a la cual pedimos amparo y consuelo mientras la acompañamos en su Vía Crucis hacia el Calvario, a esa Cruz piadosa, venerada por un pueblo, que sabe percibir en su figura el alma latente de nuestros pescadores muertos. D. E. P.
Y ahora sonríe y busca la luz en su mirada. Él es nuestra fuerza y en su agonía depositamos nuestros lamentos, le hacemos partícipe de nuestras amarguras e imploramos de Él su bendición, sí, porque Él es nuestro Cristo del amor y es un honor caminar junto a Él en silenciosa comunión.
Por eso seca tus lágrimas y mira su rostro, Él murio por amor, para redimir nuestras culpas, pero el mundo es mundo y no todos sabemos empaparnos de su sacrificio y aunque podamos pensar que su muerte no sirvió para nada, vivimos esperando habitar con Él en su paraíso, aunque no seamos dignos de estar en su presencia.
Querida Charo, gracias, gracias por capitanear con tanta elegancia, humildad y bravura éste tu barco, gracias por hacernos sentir una gran familia, gracias por tu cariño, gracias por tus muchas preocupaciones, gracias por tu consideración por todo y con todos, gracias por tu arrojo y gracias por compartir con nosotros el orgullo de procesionar por las calles de nuestra querida Santa Pola junto a nuestro Cristo de la Agonía y junto a nuestra Cruz del Mar. Dos símbolos de nuestro pueblo y para nuestro pueblo, dos maneras de sentir un sentimiento y dos bálsamos para el alma a quienes pediremos salud para que todos podamos vivir junto a ellos la próxima Semana Santa cuando los llevemos de nuevo de vuelta a su casa.
Cofradía Santísimo Cristo de la Agonía y Cruz del Mar