J. Adsuar.
 

EL TRANSPORTE PÚBLICO

 
Viernes 10 de julio de 2009 0 comentarios
 

El slogan, desde diferentes instancias, siempre es el mismo: “Utiliza el transporte público”, suelen decirnos con asiduidad. Y estaría bien que una gran mayoría, haciéndonos eco de esas buenas palabras, tomásemos la determinación de hacer de este slogan una práctica de buena costumbre. Contribuiríamos, sin duda, a un mundo mejor, con menos contaminación, con menos saturación de vehículos en las calles, con menos accidentes. Pero ni las autoridades van más allá de invertir un dinero –que es de todos, no lo olvidemos- en hacer campañas, ni a las compañías de transporte parece importarles otra cosa que el negocio, sin tener en cuenta el servicio. Ni autoridades ni empresas valoran el servicio, que continua siendo tercermundista. Así, no debería extrañarnos que los sufridos usuarios hagan lo posible por salir del “túnel” que representa los continuos retrasos, el tiempo pasado a la intemperie –con frío intenso o agobiante calor- esperando un bus que llega cuando quiere o puede y en el que llegarás a tu destino a una hora indeterminada, dependiendo de una serie de variables. Y no estamos hablando de largos desplazamientos. No. Todo lo contrario. Me estoy refiriendo al servicio –o negocio- de la compañía “SuBús” –Mollá, que realiza el trayecto entre Elche y Santa Pola. Un recorrido de 14 kilómetros que se realiza en este medio de transporte, aproximadamente, en una hora. Yo no sé quien hará los estudios para decidir los itinerarios, pero son tan absurdos como para permitir que las personas que acuden a las distintas estaciones (que es donde debería radicar la referencia de los horarios) resulten las más perjudicadas. Si subimos al bus en la estación de Santa Pola, transcurridos alrededor de 15 minutos del horario programado, y después de recorrer Gran Playa, nos percatamos que hemos vuelto al punto de partida. Esto, con ser desesperante, no es nada si lo comparamos con la epopeya que representa coger el bus en la estación de Elche. Salimos a la hora correcta (más o menos) y pensamos que en un máximo de 30 minutos habremos realizado el viaje. Una utopía. De la estación, el bus se va a Carrús y de allí, por el mismísimo centro de una ciudad con un tráfico imposible, se va a buscar –en Altabix- las paradas tradicionales. Media hora después de subir en la estación, cuando el viaje ya debería haber terminado, nos encontramos perplejos delante del Ayuntamiento, intentando abrirse paso por la Corredora, entre una nube de turismos. Todo ello aderezado con las bromas de algunos conductores, que ante las protestas de los usuarios, dicen que no nos podemos quejar, ya que con el mismo dinero, nos ofrecen un paseo turístico por la ciudad de Elche. No entiendo que estos autocares pasen por el centro de Elche, ni por qué las autoridades lo permiten, ni por qué, una compañía de transporte, con tantos años –y también tantas barbaridades como ésta a sus espaldas- diseña este tipo de recorridos que van contra toda lógica (y no me digan que determinadas obras lo obligan a ello). Son trayectos que parecen diseñados por la mano torpe de algún niño poco inteligente y no por la mente experta de ninguna persona competente. En estas condiciones, utilizar el transporte público, tiene siempre un plus añadido: el masoquismo. Un masoquismo que les viene muy bien a las autoridades... y a la compañía.

J. Adsuar.

 

Comparte este artículo

 
 
 

Comentarios

 
 

 

CARTAS AL DIRECTOR

PACO, NOSOTROS SEREMOS TU MEMORIA
Roque Miguel Alemañ Bonet 13 de septiembre de 2022
A LAS TRABAJADORAS SOCIALES DE SANTA POLA
Carlos A. Pinto 23 de diciembre de 2020
A ROBERTO LÓPEZ
María del Carmen López Pomares 23 de diciembre de 2020
CUANDO EL KARMA EMPIEZA A DEVOLVER A CADA UNO LO SUYO
Roque Miguel Alemañ Bonet 20 de noviembre de 2020
OBITUARIO JULIO BAEZA
Manuel Ortuño Cerdá-Cerdá 20 de noviembre de 2020

Periódico Santa Pola © Copyright 2016, todos los derechos reservados.

Diseño: Baluarte Comunicación s.l.