El otro día leí el comunicado del Ayuntamiento respecto al plan de humanización y las diferentes reacciones que han manifestado algunos de los ediles en redes sociales y como especialista en transporte y ciudad he de decir que siento profunda pena y vergüenza ajena.
Para poder construir un edificio en una ciudad un Ayuntamiento tiene la responsabilidad y el deber de exigir al constructor un proyecto de construcción visado, con su memoria descriptiva, memoria constructiva, planos y presupuesto. Sería muy irresponsable si un Ayuntamiento diese permiso a un constructor para realizar un edificio sin proyecto. Pues imagínense si éste decidiera empezar el edificio por la cubierta.
Un proyecto de peatonalización así como un proyecto de construcción de un edificio debe estar formado por una memoria descriptiva y justificativa que contenga una información previa en la que se describan unos antecedentes y los condicionantes de partida.
En el caso concreto de un proyecto de peatonalización, son condicionantes de partida las encuestas de población, los informes de impacto económico, los estudios de aforos, las bolsas de aparcamiento, los estudios de flujos de peatones, los análisis del transporte urbano, etc.
En esa memoria descriptiva deberán analizarse de forma seria y rigurosa los diferentes condicionantes, y de todo ello desprenderse en una o varias propuestas. Cada propuesta deberá ir siempre acompañada de un presupuesto y de planos, tales como de situación, emplazamiento, propuesta de urbanización, planos de planta y alzados, etc.
Las posibles propuestas de peatonalización deberán encajarse en las necesidades de movilidad y accesibilidad de los ciudadanos y someterse a consulta popular como ocurre en otras ciudades de Europa.
Tal y comentaba al principio de mi carta, me produce auténtico pavor y es de una irresponsabilidad extrema que un Ayuntamiento con 31.309 habitantes censados aplique medidas de peatonalización aisladas sin tener ningún proyecto escrito, impreso, publicado y consensuado con sus ciudadanos.
Del mismo modo que un Ayuntamiento no permite a un constructor construir un edificio sin disponer de un proyecto, un Ayuntamiento no puede tomar medidas de peatonalización sin la existencia de un plan/proyecto escrito y definido. Aunque algunos se empeñen y se “pongan como se pongan” no se puede empezar la casa por el tejado.
Excusarse en la redacción del “Pla Ciutat”, así como un par de informes y estudios realizados en décadas pasadas nunca podrán justificar de forma seria y responsable las medidas adoptadas.