Dos tradiciones siguen vigentes en Santa Pola -desde hace setenta y seis años, que son los que tengo- y espero que continúen para bien de las mujeres que practican la xerradeta o coto en la calle -una de las tradiciones-, y tarden mucho en mostrar su fotografía en una esquela colgada en una pared -la otra tradición. Ambas costumbres propias de la Villa hacen singulares a sus habitantes, no son sorpresa para mí y tienen que ver con el cariño que les profeso, por convivir con ellos desde el pasar de los años mencionados.
La xerradeta -el coto- entre dos o tres mujeres que se refieren sus cuitas ocupando las aceras y obligándote a bajar al pavimento para poder pasar, forma grupos y les quiero contar a ustedes una de esas conversaciones, que tuve ocasión de escuchar en lengua vernácula desde mi balcón:
Pos xica, tu saps, un escándalo! Ja t´ho conte jo, que aixó ho coneixc molt be…-decía una señora a otras dos, muy de mañana sentada en un banco de la Playa de Levante, mientras las otras de pie la escuchaban a la espera de meter baza en uno de esos diálogos que acaban en monólogo en este caso a tres, antes de ir a la Plaza del Mercado.
Sí, sí. Ho conec aixó de primera mà, perque ella es veina meua i les dos estem cansaes de vore el canari de Pepito. Ara vos contaré-. Y la señora, sentada en el banco, refirió además que la xocolatera de su marido ya hace el chocolate claro y está en manos del médico.
Però el metge de capselera, que es de ofici llantener, diu que aixó es cosa de vellea i que no hi ha rès a fer- dijo, y les explicó que ella por las mañanas, como aquellas benditas monjas, riega su jardín y habla con su joven vecino que cría pájaros y tiene un magnífico canario que embelesa con sus trinos. Ja sabeu -continuó, cambiando de tercio-, que ella te la mateixa edad que nosaltres y un marit mès gran encara.
¿Y qué vols dir amb aixó? -inquirió una de las otras.
No rès -dijo la primera- que ella es veina meua i un dia m´ho va dir ben clar: “¡Chica, tu saps qué be que ho fa el canari de Pepito!”.
Si, perque el sento cantar cada de matí -l´hi vaig dir jo i ella em va contestar, per si calía algún dupte: “Sí, però ho fa millor de nit, aunque procura que no se senta res”.