Dirijo esta carta a los compañeros del grupo socialista del Ayuntamiento de Santa Pola para decirles “No era això, companys, no era això, pel que varen morir tantes flors, pel que vàrem plorar tants anhels”. ¡Ah¡, ¿no recordáis?, preguntar a los cincuentones del partido y veréis como se enternecen. Os remito este lamento como propietario afectado por el deslinde de Playa Lisa que el Gobierno (vuestro partido) se empecina en ejecutar con la excusa del cumplimiento de la Ley de Costas (concebida por obra y gracia de vuestro partido), ley totalmente injusta y torticera para nuestro caso concreto, como vosotros, compañeros, ya habéis reconocido públicamente, y digo para nuestro caso concreto para que nadie se lleve a engaño y se ponga a divagar con los conceptos de protección del medio ambiente, salvaguarda del ecosistema, especulación inmobiliaria, devastación del litoral, etc, cosas que por sentido común (no por ideología específica) se está perfectamente de acuerdo sin necesidad de militancia alguna; y digo, además, que habéis reconocido públicamente lo injusto de esta Ley para nuestro caso, porque el año pasado por estas fechas os pusisteis a nuestro favor, a nuestra disposición. Pues bien, nada de nada, el deslinde sigue su curso, y tan rápido va que Madrid (la Dirección General, en poder de vuestro partido) ha dado el visto bueno a la propuesta efectuada por el servicio provincial de costas, y el expediente se encuentra de nuevo en Alicante para darnos el traslado de últimas alegaciones, para luego, quitarnos definitivamente la propiedad de nuestras legítimas casas, lo que sucederá, posiblemente, antes de las navidades (para tomarnos las uvas de la ira). Vosotros que nos prometisteis amparo no habéis hecho nada, pero nada. ¿Dónde están vuestras gestiones?, en ningún sitio. No habéis hecho nada a nivel municipal, provincial, autonómico ni nacional. Estamos solos. No entendéis nuestra justa causa, quizás porque vosotros (vuestro partido) seáis los autores de la injusticia. Gracias por vuestra desatención, por vuestro ninguneo. Quizás dentro de unos años veréis descansar a las gaviotas sobre nuestros derechos violados y alguien, quizás el viento, os sople, a lo mejor sobre vuestra memoria (la histórica) y os diga: ¡No és això, companys, no és això¡